No lo ven con tanta tranquilidad desde Fasamet. Afirman que Aragón es uno de los ejemplos de este déficit creciente de facultativos. De hecho, han indicado que puede ser una de las regiones en las que, si no se actúa a tiempo, más sufrirá este problema en los próximos diez años. Según los cálculos de Fasamet, en diez años en España habrá un déficit de 7.000 médicos anuales si no se le pone remedio y, por lo tanto, no habrá relevo generacional. Eso, teniendo en cuenta que, en la actualidad, la mitad de los médicos de familia tienen más de 50 años. Casi cuatro de cada diez tienen entre 50 y 55 años.

El caso de Aragón

En el caso de Aragón, afirman que se dan indicadores preocupantes. Uno de ellos, el número de estudiantes de Medicina que hay en esta tierra y la procedencia de esos alumnos. De entrada, Fasamet asegura que el número de estudiantes, de por sí, es insuficiente. «En los dos últimos años no se ha aumentado el número de plazas de Medicina de Familia», afirma el secretario general de este sindicato, Jesús Rodrigo. Así que hay 147 plazas de esta especialidad en Zaragoza y 53 en Huesca. En total, en Aragón, 200 plazas.

Pero si el número es insuficiente, Fasamet afirma que más lo es si se tiene en cuenta que el 38 por ciento de los estudiantes no son aragoneses. Han venido aquí para estudiar, pero si no se les ofrecen unas condiciones laborales atractivas, lo normal, indican desde el sindicato, es que acaben optando por desarrollar su carrera profesional fuera de la comunidad, prioritariamente allí de donde proceden. Para Fasamet, por tanto, las soluciones pasan por medidas combinadas: aumentar el número de plazas en las facultades de Medicina; y mejorar las condiciones laborales para quienes se incorporen a la profesión.

La consejera aragonesa de Salud reconoce que hay un problema, pero indica que hay soluciones. En un intento por restarle gravedad, afirma que no es una preocupación exclusiva de Aragón, sino que afecta también «a España y a países del norte de Europa». Noeno considera que «no es para alarmarse, pero sí para tomar decisiones». Y justo eso, decisiones, es lo que se reclama desde el sindicato Fasamet.