El 'bypass' gástrico se perfila como nueva arma terapéutica contra la diabetes, una enfermedad en crecimiento.
Extirpar o circunvalar parte del aparato digestivo, un tratamiento ya
estándar para determinados casos de obesidad, produce en enfermos no
obesos con diabetes tipo 2 mal controlada una mejoría espectacular y
casi inmediata en los síntomas de la enfermedad. Nace la cirugía
metabólica como una alternativa terapéutica más para una de las
enfermedades de mayor crecimiento en el mundo.
Los médicos se preguntan todavía por qué exactamente, pero los
hechos están ahí. A los pocos días de realizar un tipo de puente
gástrico, que consiste en la exclusión del duodeno, en un paciente
obeso que además tiene diabetes 2, es muy probable que bajen
espectacularmente los niveles de glucosa, incluso antes que se aprecie
pérdida de peso y que se mantengan bajos. Así se pusieron los
especialistas sobre la pista, pero el conocimiento acumulado les ha
indicado que no es necesario que el paciente de diabetes 2 sea obeso
para que se beneficie de la cirugía bariátrica, como se denomina
genéricamente este tipo de operaciones.
El duodeno, en el punto de mira
El duodeno es el primer segmento del intestino delgado y en la
operación se impide que la comida pase por él y por las inmediaciones
del páncreas. Se sabe que la acumulación de grasas en el abdomen está
relacionada con la manifestación de la diabetes tipo 2, y que el
tratamiento de primera elección es la dieta y el ejercicio. Ahora se ha
comprobado que el factor de localización de las grasas también se puede
aplicar a la comida: si tiene un tránsito más rápido y además no pasa
por el duodeno se reduce el desequilibrio metabólico propio de la
diabetes.
Se han hecho ensayos también con otros tipos de cirugía bariátrica,
desde hace años y casi siempre con pacientes obesos, pero parece que
los mejores resultados se están obteniendo con la exclusión del
duodeno. Un equipo internacional de cirujanos afirma que ha realizado
la operación con efectos positivos en siete pacientes no obesos de
diabetes 2, aunque los resultados todavía no se han publicado en
revistas científicas.
"Por ser un procedimiento
agresivo, la intervención bariátrica sólo estaría indicada en algunos
pacientes con diabetes de tipo 2"
Uno de los integrantes del equipo, el italiano Francesco Rubino, de
la Universidad Católica de Roma, ha señalado que las operaciones se han
hecho en varios países en desarrollo y que se están realizando nuevos
ensayos clínicos en muchos otros, incluidos Italia, Estados Unidos,
Japón y China. Según este especialista, en el duodeno podría estar el
origen de la señal metabólica que causa la resistencia a la insulina.
«Esta señal molecular, que sería segregada en respuesta al paso de los
nutrientes, está posiblemente exagerada o mal sincronizada en los
pacientes diabéticos, impidiendo la regulación correcta de los niveles
de insulina y de glucosa en la sangre», afirma.
Reducción del proceso metabólico
En el Hospital Río Hortega, de Valladolid, se ha querido
profundizar en las causas de los efectos beneficiosos de la cirugía, y
se han investigado la regulación hormonal y el perfil glucémico con y
sin la operación. En una información publicada recientemente, los
responsables de la Unidad de Apoyo a la Investigación del citado
hospital explicaban que se trabajó con doce ratas diabéticas no obesas,
importadas de Dinamarca, como modelo animal.
Los resultados indican que al pasar los alimentos por la región
duodenoyeyunal se producen una serie de procesos hormonales que tienden
a elevar los niveles de azúcar en la sangre. Con la reducción de este
proceso metabólico se mejora el control glucémico. Los cambios
hormonales que produce la cirugía implican un descenso significativo en
los niveles de leptina (hormona producida mayormente por las células
grasas) y, de forma más leve, de glucagón (que actúa en el metabolismo
de los hidratos de carbono), indicaron los especialistas.
El movimiento en pro de la aplicación de la ya llamada cirugía
metabólica, con todas las precauciones necesarias, ha llegado a los
poderosos foros que suponen las reuniones de la Asociación Americana de Diabetes y la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos,
en los cuales se ha pedido que se realicen todos los ensayos necesarios
y se establezcan normas y protocolos para su aplicación. Por ser un
procedimiento agresivo, sólo estaría indicada en principio en algunos
pacientes con diabetes de tipo 2.
Según ha explicado el cirujano español, especializado en obesidad,
Juan Carlos Ruiz de Adana a diversos medios de comunicación, la
exclusión del duodeno está indicada por ahora únicamente para personas
con diabetes mal controlada y que requieren mucha insulina. Ha habido
casos de personas que han pasado de inyectarse 50 o 60 unidades de
insulina a dejar de utilizarla en sólo 15 días, señala el especialista.
150 MILLONES DE PERSONAS
La diabetes tipo 2 es la enfermedad que más aumenta actualmente en
el mundo. Está asociada al modo de vida occidental y, a diferencia de
la diabetes tipo 1, se manifiesta en la edad adulta. Actualmente se
estima que 150 millones de personas en todo el mundo sufren este
trastorno, que se asocia a la obesidad en más de la mitad de los casos,
y se estima que esta cifra aumentará de forma significativa en los
próximos años.
Es una enfermedad progresiva y sin cura, que necesita un control
continuo y se beneficia tanto de un diagnóstico precoz como de
herramientas como una nutrición adecuada y el ejercicio físico. Si
avanza la enfermedad el paciente tendrá que empezar a tomar insulina.
El duodeno, objeto principal en la cirugía bariátrica para la diabetes,
se extiende desde el píloro del estómago al yeyuno, segunda porción del
intestino delgado. Recibe la bilis de la vesícula biliar, a través del
conducto biliar común, y el jugo pancreático.
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