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La rinitis alérgica es un padecimiento
que en muchas ocasiones se confunde con el resfriado común, sin
embargo, es importante identificarla para poder recibir un tratamiento
adecuado.
Comezón en la nariz y los ojos,
estornudos, congestión nasal, escurrimiento de moco, y lagrimeo son
síntomas que se presentan tanto en casos de gripe, como de alergia. Sin
embargo, constituyen padecimientos muy diferentes.
La gripe es provocada por un virus,
mientras que la rinitis alérgica es una reacción desproporcionada del
sistema inmunológico de rechazo a partículas que se encuentran en el
medio ambiente cotidiano del paciente, tales como polvo, esporas de
hongos, caspa de animales, insectos, etc.
Además, explica el médico Carlos
León, del Centro de Asma y Alergia de México, existen otras
diferencias, tales como duración de los síntomas, ya que en un
resfriado común, éstos permanecen entre tres y siete días, y nunca más
de 10, y en la alergia, pueden durar varias semanas o meses.
Asimismo, en un resfriado común suele
presentarse fiebre, mientras que en la alergia no. Y en ésta última,
los estornudos se presentan repetidamente, en ocasiones, 10 ó 15
seguidos.
En la mayoría de los casos, las
alergias se heredan. Si un padre y una madre son alérgicos, su hijo
tiene del 50 al 70 por ciento de posibilidades de padecer también este
mal.
Es por ello que a la aparición del
primer síntoma es importante acudir con un alergólogo, especialista que
se encargará en diferenciar lo que es un simple resfriado de una
alergia.
Estas últimas, pueden ser controladas en un 99 por ciento.
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