Un trabajo publicado en "The Lancet" muestra que la trombosis venosa profunda incrementa en un 60% el riesgo de infarto de miocardio en un 119% el de ictus.
El troboembolismo venoso aumenta hasta un 60% el riesgo de infarto
de miocardio, y hasta un 119% el de ictus, según un estudio realizado
por médicos del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca) que se
publica en "The Lancet". La investigación muestra que los pacientes con
tromboembolismo venoso (TEV) presentan un riesgo mayor a largo plazo de
experimentar episodios cardiovasculares arteriales.
Los investigadores realizaron su estudio a lo largo de 20 años,
utilizando bases de datos médicas danesas y analizando el riesgo de
infarto de miocardio y de ictus en 25.199 pacientes con trombosis
venosa profunda, 16.925 con embolismo pulmonar y 163.566 controles
sanos.
Según los resultados, en los pacientes con trombosis venosa
profunda el riesgo relativo de infarto de miocardio e ictus fueron un
60 y 119% mayores, respectivamente, en comparación con los controles en
el primer año siguiente a la trombosis. En el caso de los pacientes con
embolismo pulmonar, el riesgo de infarto de miocardio fue 2,5 veces
superior que en los controles y el de ictus 3 veces mayor.
Además, en los 20 años de seguimiento los riesgos combinados de
episodios cardiovasculares fueron entre un 20 y un 40% superiores en
los pacientes que habían presentado trombosis o embolismo pulmonar.
Los investigadores concluyen que estos hallazgos aportan
evidencias claras de la asociación entre tromboembolismo venoso y el
riesgo cardiovascular a largo plazo, independientemente de la
existencia de los factores de riesgo clásicos del tromboembolismo
venoso.
Señalan que los factores de riesgo o mecanismos comunes son
probablemente los responsables de esta asociación y apuntan que futuros
estudios clarificarán la asociación y evaluarán sus implicaciones para
la práctica clínica.
Lancet 2007; 370:1773-1779
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