El investigador promueve el uso combinado del test de Elisa -que detecta los anticuerpos que produce el organismo contra el virus- y la prueba que mide la cantidad de virus en la sangre, en grupos de alto riesgo y en áreas con alta incidencia.
En los Estados Unidos, están impulsando el uso
combinado de dos pruebas para detectar mejor al virus del sida. Esto se
hace porque el 13% de los infectados no son
identificados por el test más común durante los dos primeros meses de
haber adquirido el virus. Al sumar un segundo test, se puede prevenir
aún más la transmisión a otras personas y recibir la terapia más
tempranamente.
La estrategia para controlar las infecciones recientes fue descripta el miércoles por Peter Leone,
profesor de epidemiología e investigador de la Universidad de Carolina
del Norte, en Chapel Hill, en los Estados Unidos, durante una
conferencia en la Facultad de Medicina de la UBA.
Leone fue invitado por la Fundación Huésped con la
colaboración de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires.
Entrevistado por Clarín, destacó la importancia de que la gente acepte
ser testeada porque muchos de los que viven con el virus del sida lo
ignoran. En la Argentina, dos de cada tres personas desconocen que
están infectadas.
Hasta ahora, en el mundo predominó la postura de que las personas
deben acercarse al consultorio médico y dar su consentimiento para
hacerse el test de VIH. "Sin embargo, no todos se acercan porque temen
ser discriminados si la prueba da positivo", señaló Leone.
Mientras, las nuevas infecciones siguen (en el mundo, serían 6.800
infecciones nuevas por día, según el Programa Onusida y la Organización
Mundial de la Salud). Frente al avance de la epidemia, Leone con su
equipo está de acuerdo con que los centros de salud y los hospitales
inviten a hacerse el test de VIH. Esto significa que los médicos
deberían ofrecer con más énfasis el test y a la vez resguardar la
confidencialidad, una propuesta avalada por Onusida y la OMS.
El investigador promueve el uso combinado del test de Elisa -que
detecta los anticuerpos que produce el organismo contra el virus- y la
prueba que mide la cantidad de virus en la sangre, en grupos de alto
riesgo y en áreas con alta incidencia.
Con el doble testeo, Leone y su equipo de Carolina del Norte
consiguen detectar casos que están en el llamado "período ventana"
(cuando el sistema inmune todavía no produjo suficiente cantidad de
anticuerpos para que sea detectada por el test más común). Así, pueden
revelar mejor la presencia del virus durante los primeros dos meses de
la infección, cuando la persona puede transmitir el virus diez veces
más que en etapas posteriores.
"Al diagnosticar la infección reciente, le brindamos al paciente
consejería sobre la infección y le recomendamos el tratamiento. Se
trata -aclaró el estadounidense- de prevenir que el infectado transmita
el virus a otras personas por relaciones sexuales sin protección y se
le ofrece la terapia antirretroviral".
Consultado por Clarín, Pedro Cahn, director de la
Sociedad Internacional de Sida, opinó: "Es importante realizar los
esfuerzos posibles para detectar las infecciones recientes. En nuestro
país, es necesario que más gente se acerque a hacerse el test y que a
la vez el sistema de salud tenga una actitud más activa para ofrecer la
prueba", opinó Cahn.
"Los pacientes con fiebre de origen inexplicable, ganglios
inflamados o manchas en la piel deberían sospechar de una infección
reciente como posibilidad-señaló Cahn-. Deberían consultar a un médico
y realizarse un test de VIH, que aun si da negativo puede estar en
período de ventana. Otras técnicas más sofisticadas permitirán
confirmar o descartar la infección".
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