La consejera de Salud, María Jesús Montero,
advirtió hoy de que alrededor de una de cada diez operaciones de
cirugía estética que se llevan a cabo en España, la Sociedad Española
de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) cifra en unas
380.000 las operaciones del tipo que se llevan a cabo anualmente en el
país, 'deja secuelas permanentes', al tiempo que apuntó que 'sólo un 10
por ciento de los 6.000 médicos que se estiman que se dedican a esta
actividad son cirujanos plásticos titulares'.
En rueda de prensa, la titular de Salud, quien
informó del decreto que está preparando su departamento para regular la
práctica de la cirugía estética en menores, declaró asimismo que España
se sitúa 'como el cuarto país del mundo' --por detrás de EEUU,
Argentina y México-- en realizar este tipo de intervenciones en
términos absolutos, lo que genera un negocio en torno a los 1.400
millones de euros anuales.
Pese a
reconocer que en el 'aumento' experimentado en este tipo de operaciones
'juega un papel muy importante las mejoras que se han producido en las
técnicas quirúrgicas', Montero, quien se apoyó en todo momento por los
datos que ofrece en este sentido la propia Secpre, advirtió de que
estas intervenciones no están exentas de complicaciones, provocando en
algunos casos la muerte.
Según dijo,
este incremento en el número de operaciones responde a la
'consolidación' de estereotipos que relacionan aspecto físico con éxito
social, así como 'a las estrategias de mercado muy agresivas que
magnifican las expectativas de este tipo de actuaciones y también
minimizan muchas veces sus riesgos'.
De
hecho, sostuvo que la tasa de efectos secundarios de este tipo de
intervenciones 'es digna de tener en cuenta', por lo que consideró que
los ciudadanos 'la tiene que conocer'. En este punto, detalló que las
complicaciones leves en operaciones de cirugía estética 'alcanzan el 5
por ciento de los casos', al tiempo que se estima que 'una de cada diez
de estas intervenciones deja secuelas permanentes'.
Por
sexos, afirmó que el 85 por ciento de las intervenciones se producen en
mujeres, toda vez que precisó que las intervenciones que más se
realizan son por implantes mamarios, 'siendo España el país de la UE
donde más prótesis mamarias se implantan al año, alrededor de unas
50.000'.
En cuanto a la mortalidad
ocasionada por operaciones estéticas, declaró que 'es baja', aunque
insistió que 'hay que tener en cuenta que existe y que se produce en
personas que previamente eran sanas'.
Por
ello, puntualizó que este tipo de indicador 'se tiene que vigilar con
especial atención', máxime, agregó, 'cuando se produce entre jóvenes o
menores, ya que los riesgos pueden ser todavía mayores porque el
proceso de crecimiento no ha finalizado'.
'En
ocasiones estos jóvenes no tienen una madurez suficiente para adaptarse
a los cambios que se originan debido al cambio de imagen corporal que
sufren', alertó Montero, quien enfatizó que son las propias
recomendaciones científicas 'quien establecen que para la mayoría de
los casos no se debe intervenir antes de los 18 años'. De hecho,
aseguró, la Sociedad Española de Cirugía Estética, Reparadora y
Plástica 'ha solicitado una regulación que frene y limite en lo posible
estas operaciones estéticas en menores de edad'.
DECRETO LISTO ANTES DE QUE ACABE LA LESGISLATURA.
Así,
recordó que ateniendo a esta petición en el caso de la Sociedad
Andaluza de Cirugía Estética, Reparadora y Plástica, su departamento
está preparando el decreto que regulará la práctica de la cirugía
estética en los menores, norma que está 'en fase de tramitación' y
confió tener lista antes de que finalice la presente legislatura.
En
cuanto a los pormenores de esta estrategia, recalcó que la misma recoge
que los menores andaluces que vayan a someterse a una operación de
cirugía estética tendrán que realizar de forma previa un examen
psicológico, que permitirá determinar su grado de madurez y descartar
desórdenes que contraindiquen la intervención, especialmente
relacionados con trastornos de la imagen corporal.
En
el caso del decreto en que trabaja la Consejería, éste establecerá que
las operaciones de cirugía estética en la población menor de 18 años
deberán cumplir todas las garantías de seguridad e información para los
pacientes. Para ello, los menores de edad que quieran someterse a una
operación tendrán que recibir toda la información sobre el acto
quirúrgico, los resultados que se esperan, las consecuencias que puede
tener, los riesgos probables, las contraindicaciones de la operación e
incluso la posibilidad de tener que ser operado de nuevo en el futuro.
Antes
de recibir esta información, el proyecto de decreto establece como
requisito previo la elaboración de un informe psicológico que permita
valorar si el menor es capaz de comprender plenamente todos los riesgos
y beneficios de la operación.
INFORME ELABORADO POR PERSONAL AJENO AL CENTRO QUE OPERARÁ.
Este
informe psicológico previo deberá realizarse por un profesional ajeno
al centro o servicio sanitario que vaya a realizar la intervención, y
será tenido en cuenta por el cirujano a la hora de tomar una decisión.
El
menor también deberá otorgar su consentimiento informado, en el que
tendrán que figurar los datos disponibles de las tasas de éxito y
efectos secundarios del centro o servicio al que ha acudido para
operarse. Además, con el fin de tener en cuenta las distintas franjas
de edad, cuando en los adolescentes con 16 años cumplidos el informe
psicológico y la valoración médica sean positivos, la decisión de
someterse a la operación le corresponderá a él, pero sus padres serán
informados y su opinión tenida en cuenta.
Entre
los 12 y 16 años, con los informes y valoraciones positivas, los
menores pueden otorgar su consentimiento, pero se requiere la
autorización de los padres o tutores, mientras que en el caso de los
menores de 12 años, el consentimiento lo otorgarán siempre los padres o
tutores.
Para reforzar el control de la
Administración sobre los centros y profesionales que se dedican a este
ámbito, el proyecto de decreto prevé la creación de un registro de
datos de cirugía estética en menores.
El
objetivo de este registro es conocer los indicadores de resultados, las
tasas de éxito, de complicaciones o de efectos secundarios que obtengan
los centros y servicios andaluces en los que se practique cirugía
estética, plástica y reparadora a menores. Estos datos, que respetarán
en todo momento la confidencialidad de los pacientes, deberán remitirse
anualmente a la Consejería de Salud.
MEMORIA ANUAL Y AUTORREGULACIÓN.
Los
centros también tendrán que presentar anualmente una memoria detallada
de sus instalaciones, los medios con los que cuentan, los quirófanos,
las salas de despertar e incluso las unidades de reanimación de las que
disponen. Igualmente, deberán presentar las certificaciones de los
títulos de especialista en cirugía plástica, estética y reparadora o de
otras especialidades de medicina de los profesionales que trabajen para
ellos, y mantener un registro actualizado de la plantilla sanitaria con
la que cuentan a disposición de los ciudadanos.
Respecto
a las actuaciones con el sector empresarial, Montero dijo que se
impulsará la 'autorregulación' en este ámbito, proponiendo la
elaboración de un documento de responsabilidad social corporativa
relativa a la cirugía estética en los adolescentes. En cuanto a los
profesionales, indicó que promoverá la colaboración para crear un
código ético y deontológico en este campo.
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