Un estudio reciente señala que, cuando los médicos de la sala de emergencia creen que alguien está teniendo un ataque cardiaco, están equivocados el 9.2 por ciento de las veces.
Teniendo en cuenta que cada minuto cuenta con estos pacientes y que
los médicos deben actuar rápidamente en este ambiente, ese porcentaje
es tolerable, según investigadores de la Fundación instituto cardiaco
de Miniápolis. "Nuestra conclusión es que entre un ocho y un
diez por ciento de falsos positivos es aceptable", aseguró el Dr.
Timothy Henry, coautor del estudio y director del instituto. Sin
embargo, se debe hacer todo esfuerzo posible para reducir la cantidad
de diagnósticos falsos positivos de ataque cardiaco, agregó Henry. El
informe, que aparece publicado en la edición del 19 de diciembre del Journal of the American Medical Association, es una marca para que otros institutos se comparen, dice. "El
asunto de los falsos positivos no se había presentado", dice Henry.
"Esta es la primera vez que se presenta de manera sistemática". Henry
y sus colegas estudiaron los registros médicos de 1,345 pacientes
tratados por ataques cardiacos sospechados en un sistema regional entre
2003 y 2006, a partir de las decisiones en la sala de emergencia de
activar el laboratorio de cateterismo cardiaco para tratar los ataques
cardiacos sospechados. Dichas decisiones generalmente se deben hacer en
cuestión de minutos, con frecuencia sin información sobre los
antecedentes cardiacos del paciente. Se sospechaba que los
pacientes habían sufrido un ataque cardiaco IMEST; que se caracteriza
por un patrón electrocardiográfico específico. Resultó que 187 de ellos
(el catorce por ciento) no tenía obstrucciones obvias de una arteria
coronaria, que 127 (el 9.5 por ciento) no tenía enfermedad
significativa de la arteria coronaria y que 149 (el 11.2 por ciento)
había obtenido resultados negativos en pruebas de marcadores biológicos
cardiacos. Hubo una diferencia significativa en la supervivencia, un
índice de mortalidad a treinta días de 4.6 por ciento para los que
tenían una arteria obstruida y de 2.7 por ciento para los que no tenían
obstrucciones. Los hospitales deben realizar revisiones
continuas sobre dichos diagnósticos y decisiones en salas de
emergencias, señaló Henry. "Si son demasiado elevadas, se deben tomar
acciones correctivas", advirtió. El diagnóstico del ataque
cardiaco ha sido el centro de "varias iniciativas de mejoramiento de la
calidad", aseguró el Dr. Frederick A. Masoudi, profesor asociado de
medicina del Centro Médico Denver Health, que escribió un editorial
acompañante. "Es bien sabido que el tiempo es esencial al tratar
a estos pacientes", sostuvo Masoudi. "El resultado es mejor cuando la
arteria se abre de manera oportuna". Los falsos positivos son
inevitables en algunos casos, dijo. "Es realmente imposible decir
únicamente a partir de ese estudio que haya demasiados o muy pocos",
aseguró Masoudi. "Al final, es importante que evaluemos la extensión en
que ocurre y por qué lo hace. Debemos incorporarle al sistema el
equilibrio de manera que sólo los pacientes que necesiten reperfusión
la reciban". Más información Los ataques cardiacos, no sólo los IMEST, se describen en el sitio Web de la Clínica Cleveland.
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