Varios estudios previos ya lo habían insinuado y el runrún rodea a las embarazadas durante los nueve meses, pero ningún equipo hasta ahora había mostrado una relación tan evidente entre la cafeína y el riesgo de abortos espontáneos como la que han conseguido investigadores de la Fundación Kaiser Permanente. Su trabajo señala que las mujeres que toman 200 miligramos o más de cafeína en la gestación -el equivalente a dos tazas de café- duplican el riesgo de sufrir un aborto.
La investigación que ha llegado a estas conclusiones, publicada en
la revista 'American Journal of Obstetrics & Ginecology', se
realizó con 1.063 embarazadas de San Francisco (EEUU) desde 1996 y
1998. Todas las participantes indicaron cuántas bebidas consumían al
día, tanto con cafeína como sin ella, desde su último periodo menstrual
y también si habían cambiado sus patrones de consumo desde que se
quedaron embarazadas. Entre las bebidas con cafeína se incluyeron el café (también el descafeinado), el té, algunas bebidas carbonatadas y el chocolate caliente.
El 25% de las mujeres (264) reconoció no consumir nada de cafeína
durante el embarazo, mientras que el 60% (630) tomaba menos de 200
miligramos al día y el 15% (164) bebía más de esta cantidad. La mayor
ingesta de esta sustancia se dio en mujeres blancas con un alto nivel
de ingresos económicos.
Al dejar al margen otros factores de riesgo como la edad, el tabaco
y las náuseas y vómitos mañaneros, los investigadores afirman sin dudar
que la cafeína, por sí sola, incrementa las posibilidades de tener un
aborto.
Así, en aquellas mujeres que toman más de 200 miligramos, el riesgo
es dos veces mayor, mientras que las que consumen algo menos tienen un 40% más probabilidades de perder al niño que aquellas que son capaces de dejar la cafeína durante nueve meses.
Los autores indican que la única culpable de este aumento del riesgo es la cafeína
y no otros componentes del café, "porque el efecto se observó en la
misma medida con las bebidas carbonatadas, el té y el chocolate
caliente".
Las medidas utilizadas para hacer la estimación de cafeína ingerida
fue la siguiente: por cada 150 mililitros de bebida, se estimó que se
tomaban 100 miligramos de cafeína en el caso de los cafés, 39
miligramos si se trata de té, 15 miligramos para las bebidas
carbonatadas y 2 miligramos con el chocolate caliente.
Una sustancia que llega al feto
En total, 172 mujeres del estudio sufrieron un aborto (16,8%). La
relación entre la cafeína y el aborto fue más evidente en aquellas
mujeres que no contaban con otros factores de riesgo.
El doctor De-Kun Li, de la Fundación Kaiser Permanente, señala que a la vista de los resultados "el mensaje claro para las embarazadas es que deberían interrumpir la ingesta de cafeína durante la gestación".
La causa por la que la cafeína puede derivar en abortos espontáneos es que esta sustancia atraviesa rápidamente la placenta y llega al feto, pero para él es muy difícil metabolizarla porque su sistema metabólico aún no está muy desarrollado.
Además, la cafeína también puede influir en el desarrollo celular del niño y disminuir el flujo sanguíneo que le llega al bebé.
|