Evitar un embarazo y, también, los tumores del ovario. Los anticonceptivos orales llevan décadas protegiendo frente a esta mortal enfermedad que afecta cada año a 200.000 mujeres en todo el mundo. Un trabajo difundido en la revista 'The Lancet' confirma este efecto de la píldora y concluye, además, que perdura años después de abandonar el tratamiento.
Los mecanismos concretos a través de los que actúa aún se
desconocen, aunque podrían tener que ver con la inhibición de los
ciclos ovulatorios. Pero las "noticias son inequívocamente buenas",
según los autores, Eduardo L. Franco y Eliane Duarte-Franco, de la
Universidad McGill de Montreal, Canadá.
Sus conclusiones emanan de la revisión de 45 estudios realizados en
21 países, la mayor parte en Europa y Estados Unidos, en los que
tomaron parte 23.000 mujeres con cáncer de ovario y 87.000 controles.
De ellas, un 31% y un 37%, respectivamente, había tomado alguna vez la píldora, que "redujo significativamente el riesgo de sufrir esta enfermedad", según el estudio.
Las buenas nuevas no terminan ahí. La protección que
confieren los anticonceptivos orales aumenta por cada año de ingesta y
se mantiene incluso después de abandonar la terapia. Una mujer
que ha tomado la píldora durante cinco años tiene un riesgo un 29%
inferior de desarrollar un cáncer de ovario una década después de
dejarla. Un cuarto de siglo después, la probabilidad sigue siendo un
15% más baja que la de aquellas que nunca usaron este método
anticonceptivo.
Ninguna de las variables estudiadas alteró sustancialmente este
efecto. Ni siquiera la edad a la que se empezó el tratamiento, así como
la composición de las píldoras, que ha variado considerablemente desde
su introducción en el mercado en la década de los 50. Sólo los tumores
mucinosos, un subtipo que representa el 15% del total, no se vieron
afectados.
Si traducimos estos cálculos en términos poblacionales, "los
resultados son dramáticos", como destaca el editorial que la revista
dedica a este trabajo. En los últimos 50 años, se han evitado 200.000 casos y 100.000 muertes por este cáncer. Con la actual globalización del uso de la píldora, cada año se previenen 30.000 nuevos casos.
Que las mujeres decidan por sí mismas
La relación entre los anticonceptivos orales y el cáncer lleva mucho tiempo en el candelero. Recientemente, un estudio concluyó que el riesgo global de sufrir cualquier tipo de tumor es menor
para las mujeres que toman la píldora. No obstante, señalaba, este
efecto se invierte si el uso se prolonga más allá de ocho años. En
general, los especialistas aceptan un ligero incremento en la
incidencia del cáncer de mama y de cuello de útero para las usuarias, aunque las evidencias más claras comulgan con las de la citada investigación.
A la luz de estos resultados, ¿es necesario democratizar el acceso a
la píldora anticonceptiva? Los preparados actuales tienen menos efectos
secundarios, dado que las dosis hormonales se han reducido
drásticamente. "La ecuación riesgos-beneficios inclina la balanza hacia
la prescripción de los anticonceptivos orales a aquellas mujeres que
los busquen y que puedan tomarlos", apunta el editorial.
Los editores de 'The Lancet' "abogan por la generalización del acceso a la píldora sin receta como agente preventivo que no sólo evita cánceres sino que está demostrado que salva las vidas de miles de mujeres".
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