La enfermedad afecta a niños menores de cinco años, por lo que el
contacto cercano con otros chicos en las colonias de vacaciones,
campamentos, piletas y playas hace que los riesgos se incrementen.
La meningitis por meningococo C, uno de los tipos de meningitis bacteriana, es una enfermedad contagiosa, producida por la bacteria Neisseria meningitidis del serogrupo C.
Por eso es importante que los padres y las autoridades de colonias de
verano, comedores, escuelas, jardines de infantes y guarderías,
colaboren en la prevención enseñando a los chicos a no compartir vasos,
utensilios, caramelos, toallas, chupetines y chupetes.
Una enfermedad infecciosa que se puede prevenir Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la meningitis está ubicada entre las diez enfermedades principales del ser humano, y debe ser considerada una emergencia infectológica.
Las
estadísticas dicen que en períodos no epidémicos, el 25% de los
afectados son menores de 1 año, el 50% menor de 3 años y el 80% menor
de 15 años. La meningitis por meningococo C es una meningitis
bacteriana que conlleva riesgo de muerte.
La
meningitis es la inflamación de las meninges, que es el nombre que
reciben las membranas que recubren el sistema nervioso central, es
decir, el cerebro y la médula espinal.
Las meninges están bañadas en el líquido céfalo-raquídeo. Existen diversas causas que ocasionan la inflamación de las meninges. Entre las infecciosas, los virus y las bacterias son las más frecuentes. El problema radica en que no es fácil diferenciar si la meningitis es viral o bacteriana.
Por eso, en todos los casos debe realizarse una punción lumbar para
extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo, que es lo que permite
hacer un diagnóstico de certeza.
“El hábitat natural de las
bacterias que provocan la meningitis por meningococo C, es la cavidad
nasofaríngea, es decir, la garganta y la nariz, pero sólo en algunas
personas penetra en el cuerpo y produce la enfermedad. Los síntomas de
la enfermedad son: fiebre y escalofríos, dolor de cabeza intenso,
náuseas y vómitos, cuello rígido, sensibilidad a la luz y alteración
del estado mental.
Dada su veloz evolución, requiere de
atención médica inmediata ya que sin tratamiento puede causar la muerte
en menos de 24 horas. También puede haber síntomas adicionales que se
asocian a esta enfermedad, como disminución del estado de conciencia,
respiración rápida, inquietud, alimentación deficiente o irritabilidad
en los niños.” comentó el doctor Hugo Paganini – Médico Infectólogo
Pediatra, Hospital Nacional de Pediatría “Juan P. Garrahan”.
La
vacuna antimeningocócica polisacárida conjugada tipo C ha mostrado
resultados en términos de eficacia, tolerabilidad y seguridad, datos
que se probaron en investigaciones clínicas y con la campaña de
vacunación masiva llevada a cabo en el Reino Unido en grupos de riesgo
en 1999. En dicha campaña, la incidencia de meningitis por meningococo
C se redujo un 90% en niños menores de un año y en jóvenes de 15 a 17
años. La reducción de la incidencia de la enfermedad en la totalidad de
la población vacunada fue superior al 75%. Esta vacuna estimula la respuesta de las células inmunodependientes T,
que producen memoria inmunológica, proporcionando protección a largo
plazo. En Argentina se producen entre 200 y 300 casos de meningitis por
meningococo por año. Entre el 10 y el 15 % de los niños que enferman
por meningitis fallece en los primeros días.
“En Argentina el
alrededor del 20% de los casos de meningitis bacteriana que se
presentan son meningocócicas y de estos el 20% corresponden a
meningococo C. (Fuente: Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
del Ministerio de Salud e Instituto Malbrán). Este tipo de meningitis
puede dejar graves secuelas tales como discapacidad mental, o incluso
provocar la muerte.” agregó Paganini.
La acción de la vacuna La
vacuna antimeningocócica polisacárida conjugada C, ha sido desarrollada
por el Laboratorio Baxter para prevenir de manera segura y efectiva, la
manifestación del meningococo del grupo C. Al ser “conjugada” presenta
varias ventajas, una de las más importantes es que se puede utilizar a
partir de los 2 meses de vida, se puede administrar junto a otros
antígenos como la vacuna séxtuple u otras, así como con la vacuna de
sarampión, rubéola y parotiditis si la vacuna antimeningocócica se
aplicara al año de vida.
Otras medidas a tener en cuenta para prevenir la enfermedad Lactancia materna:
es imprescindible para reforzar el sistema inmunológico. Promover la
lactancia y preservarla ante las dificultades que pueda presentar, ya
que las madres optan por las mamaderas mucho antes de lo aconsejable,
que son los seis meses de edad.
Evitar ambientes cerrados:
no permanecer en sitios contaminados con gérmenes o viciados de humo de
cigarrillo ya que impiden el recambio del aire y favorecen la
irritación en las vías respiratorias. Es necesario fomentar la
ventilación de los ambientes en lugares con alta concentración de
personas.
Cuidar la higiene personal y del hogar:
lavarse las manos antes de consumir alimentos y luego de ir al baño. Se
debe poner especial énfasis en la limpieza y desinfección de pisos y
baños, utilizando agua y lavandina.
Consultar al médico:
Por la existencia de cualquier síntoma recurrir a un especialista. Ante
la sospecha de que el niño pueda tener meningitis o algunos de los
síntomas hay que acudir a un servicio de urgencia o llamar al pediatra,
pero nunca darle medicamentos por cuenta propia.
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