Unos 80 enfermos graves de Parkinson españoles han logrado controlar
sus síntomas gracias a la infusión continua de levodopa a través de un
catéter implantado en el duodeno, según ha explicado hoy Eduardo
Tolosa, director de la unidad de Parkinson del Hospital Clínico de
Barcelona.
El nuevo sistema, que se implanta vía endoscópica a través del
abdomen y que permite al paciente administrase una dosis extra cuando
lo necesita a través de un envase portátil que lleva sujeto al cuerpo,
se ha convertido en una alternativa terapéutica a la cirugía y en una
nueva herramienta para personas que ya no respondían a los tratamientos
convencionales.
Enfermos en estados muy avanzados y con muchas
fluctuaciones motoras, que no respondían a los tratamientos actuales,
son los primeros pacientes a los que se ha colocado este sistema. A
la presentación del tratamiento ha asistido Oriol Clapés, un enfermo de
60 años que ha explicado que antes de implantarle el catéter tomaba 33
pastillas diarias y se inyectaba cada día apomorfina, y que
prácticamente vivía sentado en una silla de ruedas, pero que ahora se
siente tan bien que "prefiero que me roben la cartera antes que la
bolsa de la medicación". Muy emocionado, Clapés, que padece la
enfermedad desde los 51 años, ha relatado que 24 horas antes de
operarle para implantarle el catéter le quitaron toda la medicación y
le ingresaron en el hospital de Bellvite, "como un bacalao, sin poder
moverme ni estirarme", para ponerle el sistema de perfusión, y que, 45
minutos después fue capaz de ponerse de pie y de andar, y "no pude
remediar la sensación de coger a mi mujer y ponerme a bailar de
alegría". Asegura que ahora no toma ninguna pastilla, puede
conducir y dice que casi ni se acuerda de su enfermedad, hasta el punto
de que a veces se le olvida hasta cambiar los cartuchos con la
medicación. Matilde Calopa, especialista en Parkinson del
hospital de Bellvitge, ha remarcado que además de una absorción
continua del fármaco y mantener unos niveles en sangre óptimos, este
sistema de perfusión reduce los síntomas de la enfermedad como el
temblor, la rigidez y los problemas de movimientos, lo que aumenta la
autonomía personal del afectado. También mejora los transtornos
depresivos que tienen estos enfermos, los problemas urinarios y las
dificultades para conciliar el sueño que se asocian a esta patología,
que no se puede curar pero de la que se pueden tratar los síntomas. La
enfermedad de Parkinson es una dolencia del sistema nervioso que afecta
a las estructuras encargadas del movimiento, la coordinación, el
equilibrio y el mantenimiento del cuerpo, y entre ellas a la sustancia
negra, que contiene dopamina, un neurotransmisor esencial para la
regulación del movimiento. Se estima que en España hay unas
100.000 personas afectadas por esta patología que, tras el Alzheimer,
es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente. El tratamiento
por infusión continua de levodopa se inició en 2004 en Suecia y
actualmente hay unos ochocientos pacientes tratados en toda Europa. En España, la mitad de los pacientes tratados son de Cataluña, comunidad que ha sido pionera en su aplicación. La
levodopa, que hace treinta años revolucionó el tratamiento del
Parkinson, es hasta el momento el fármaco más efectivo para muchos de
los síntomas de la enfermedad, y tiene su origen en las investigaciones
del científico sueco Arvid Carlsson, que en 2000 recibió el Premio Nobel de Medicina por su trabajo. La
enfermedad de Parkinson afecta generalmente a personas mayores de 55
años, aunque en un 10% de los casos aparece antes de los 40 años.
Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |