'¿Y si por una vez los cirujanos se pusiesen en la piel de los
pacientes?'. Éso es lo que debió pensar el profesor John McLachlan,
decano de la Universidad de Durham (en el Reino Unido), en una de sus
clases ante cientos de estudiantes de Medicina. Su reflexión le ha
llevado a desarrollar una bata que imita la piel humana y en la que
están marcadas las zonas donde se hacen las incisiones de nueve
cirugías frecuentes.
Esta peculiar prenda, que estos días puede verse en una exposición
del Museo de Ciencias de Boston (EEUU), pretende servir para mejorar el
aprendizaje de los futuros cirujanos, pero también para explicar mejor
a los pacientes en qué consiste la operación que les van a practicar y
dónde tendrán que abrirles.
El proyecto, bautizado como 'Incisions' (incisiones, en inglés),
forma parte de una iniciativa financiada por una organización británica
sin ánimo de lucro con la intención de mejorar el conocimiento del
cuerpo humano mediante diferentes artefactos y materiales.
El nuevo diseño está fabricado con seda con la idea
de que se asemeje a la piel humana más que el plástico que hasta ahora
se suele emplear en los modelos anatómicos tradicionales. Según explica
el artista responsable del diseño, Karen Fleming, de la Universidad del
Ulster, "el reto ha sido encontrar un material capaz de representar la
materia viva. Que el resultado fuese estéticamente atractivo, no
repulsivo". Para completar el diseño, añade, "se han combinado algunos
elementos fácilmente reconocibles de las batas del hospital con algunos
detalles que la hagan más atractiva".
En la superficie de la camisola pueden verse nueve incisiones 'de
mentira' que corresponden con los lugares donde el cirujano tendrá que
hacer el corte en otras tantas operaciones frecuentes. Desde la
apertura para extirpar el apéndice hasta una cirugía a corazón abierto.
Ponérsela en clase
El profesor McLachlan confía en que esta bata ayude a sus
estudiantes a ponerse fácilmente en el lugar de los pacientes cuando
lleguen a ser cirujanos y tengan que operarles. Para ello, sus alumnos ya han empezado a usarla en clase y su deseo es que la prenda pueda llegar fácilmente a otras universidades británicas y del extranjero.
"Los modelos anatómicos [disponibles hasta ahora] ayudan, pero no
evocan", apunta este especialista. "No tienen en cuenta la implicación
emocional, o los sentimientos del paciente". A su juicio, este
distanciamiento ha formado parte hasta ahora de la educación
tradicional de los galenos, y ha acabado por cosificar el cuerpo de
quienes tienen entre manos.
"Los pacientes se han convertido en 'el hígado de la cama cuatro',
en lugar de 'el señor Smith'", se lamenta el decano McLachlan. "Por eso
creemos que podemos emplear esta bata para recuperar el sentido de la enseñanza de la medicina, y ayudar a los estudiantes a entender el cuerpo y su estructura".
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