Public Citizen, que representa a los consumidores de Estados Unidos,
pidió que las farmacéuticas que producen botox alerten a los médicos
sobre la formulación de su uso.
Según esa ONG, los productores del medicamento (Allergan y Solstice Neurosciences) deberán advertir "sobre problemas serios, incluidas
muertes y hospitalizaciones, resultado de la diseminación de la toxina
desde el sitio de inyección a otras partes del cuerpo".
Un estudio realizado por la ONG a partir
de los reportes de eventos adversos de la FDA, señala que en Estados
Unidos se han presentado 16 casos de muerte por el uso de la toxina
botulínica, cuatro de ellos ocurridos en menores de edad y otro
asociado con el uso cosmético de la sustancia.
Cómo actúa el botox La toxina butolínica o botox es producida
por la bacteria clostridium botulinum y su uso está aprobado en
medicina para manejar distonía cervical, espasticidad, estrabismo,
esclerosis múltiple, algunos dolores e incluso sudoración excesiva, y
en cosmética para suavizar arrugas y líneas de expresión.
Actúa bloqueando la transmisión de
impulsos nerviosos a los músculos y por tanto hace que estos se relajen
y pierdan el tono, una condición que puede ser peligrosa.
Si se pierde el control de los músculos
del esófago, por ejemplo, se pierde también la habilidad para tragar
alimentos, de forma que los alimentos pueden llegar accidentalmente a
las vías respiratorias causando neumonía e incluso la muerte, según
explica la ONG en su comunicado.
En total, Public Citizen encontró 180
casos de efectos adversos del botox registrados en Estados Unidos entre
1997 y 2006, de los cuales 129 tienen que ver con la dificultad para
tragar los alimentos o disfagia, 31 con aspiración del producto o
neumonía, y 20 más en los que se presentaron los dos casos.
La defensa de la farmacéutica Sin embargo, Allergan, la farmacéutica
dueña del nombre Botox, expidió un comunicado en respuesta al informe
de la ONG en el que niega que exista alguna muerte reportada que haya
tenido vínculo con el uso de la sustancia.
Public Citizen exige que para mantener
informados a médicos y a pacientes, el producto debería contener
advertencias en las etiquetas y contener un folleto con información
sobre el botox y sus posibles efectos secundarios en el cuerpo.
Y al respecto, el comunicado de la
farmacéutica indica que el Botox que reciben los médicos, al menos en
Estados Unidos, provee información detallada sobre la sustancia.
La representación de Allergan en Colombia
manifestó que "en los más de 18 años que lleva el producto siendo
comercializado jamás se ha asociado de manera directa con la muerte de
alguna persona".
Además, en un comunicado oficial la
farmacéutica asegura trabajar estrechamente con la FDA para asegurarse
de que todas las advertencias y orientaciones estén debidamente
indicadas en las etiquetas de los productos.
En Colombia el uso del botox está aprobado
desde 1993, pero por sus características debe ser manejado bajo
estricto control médico y no como ocurre en muchos casos que es
aplicado en centros de estética por personas sin la formación adecuada
y sin la capacidad para enfrentar las potenciales complicaciones que se
desprenden de su uso.
El Invima es enfático en sus
recomendaciones: no usar el producto sin evaluación médica
especializada, verificar la idoneidad del profesional de la salud
tratante de acuerdo con los requisitos previstos por la ley, mantener
bajo vigilancia a los pacientes e informar cualquier reacción adversa
presentada con el medicamento.
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