Un análisis reciente de estudios asegura que la angioplastia, un procedimiento para abrir arterias obstruidas, sí resulta más beneficioso que la terapia farmacológica incluso si se hace mucho tiempo después de que tenga lugar un ataque cardíaco.
Sin embargo, ese hallazgo fue cuestionado inmediatamente por el líder de uno de los estudios que fueron analizados. "Lo
que hayamos es que al reunir todos estos estudios se muestra un
beneficio de supervivencia marcado en favor de la revascularización
[angioplastia]", señaló el Dr. Antonio Abbate, profesor asistente de
medicina de la Universidad del Estado de Virginia y autor líder de un
metaanálisis de la edición del 4 de marzo de la Journal of the American College of Cardiology. "Están
mezclando peras con manzanas", aseguró la Dra. Judith Hochman,
profesora Harold Snyder Family de cardiología de la Facultad de
medicina de la Universidad de Nueva York y líder de un estudio bastante
publicitado sobre el que se informó en 2006 que no halló ese beneficio.
"El principio fundamental de un metaanálisis es que se incluyen todos
los estudios que reúnan los criterios establecidos de manera imparcial.
Su metaanálisis muestra una heterogeneidad altamente significativa". Específicamente,
en el nuevo análisis se incluyeron seis estudios, entre ellos uno
dirigido por Hochman, sobre supervivientes de ataque cardiaco que
tenían arterias coronarias completamente obstruidas, y cuatro estudios
de supervivientes que tenían arterias parcialmente obstruidas, dijo. La mezcla causó "fallas sustanciales en cuanta a la violación de los principios del metaanálisis", aseguró Hochman. Uno
de los estudios incluidos en el metaanálisis de Abbate era un ensayo
suizo que alabó por tener un periodo de seguimiento mucho más largo que
el estudio de Hochman. El estudio suizo le dio seguimiento a los
participantes durante diez años, mientras que el seguimiento en el
ensayo de Hochman duró alrededor de tres años. "En general, esos
estudios que tuvieron un seguimiento más largo tendrían a mostrar mayor
beneficio", aseguró Abbate. Pero ese periodo de seguimiento
largo presenta problemas, pues incluye procedimientos realizados hace
una década o más, anotó Hochman. "Hace diez años, la terapia médica era
primitiva", sostuvo. "No contábamos con las estatinas. Entonces,
¿resulta relevante contemplar los estudios que comenzaron hace diez
años que no usaron una terapia [médica] óptima?". Las estatinas son medicamentos para reducir el colesterol que actualmente se recetan ampliamente para problemas coronarios. Este
nuevo metaanálisis es imperfecto, reconoció Abbate. "No estoy diciendo
que sea la última palabra, pero ayuda a poner las cosas en
perspectiva", dijo. El estudio señala que "si se toma el grupo completo
de pacientes después de que han sufrido un infarto del miocardio
[ataque cardiaco ] y no reciben revascularización en un plazo de doce
horas, algunos grupos tendrán mayor beneficio de una revascularización
posterior", aseguró Abbate. El informe no invalida las
directrices actuales de la American Heart Association y del American
College of Cardiology, que recomiendan angioplastia en un plazo de doce
horas después del ataque cardiaco y limitan el uso del procedimiento
para indicaciones específicas, señaló Hochman. Las directrices que
recomiendan una angioplastia posterior incluyen casos en los que hay
obstrucción grave de las arterias con síntomas también graves, y en las
que la arteria coronaria principal izquierda resulte afectada, dijo. "La lista de los que deseen intervención mecánica no resulta cambiada por este estudio", señaló Hochman. Más información Lo que la angioplastia es y por qué se realiza se explica en el sitio web del U.S. National Heart, Lung, and Blood Institute.
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