Científicos chinos están tratando de conocer qué genes causan la diabetes y ciertas formas de cáncer que por años han afectado a la población en China.
El aumento del nivel de bienestar, las dietas menos
saludables y el sedentarismo han provocaron un crecimiento
alarmante de los casos de diabetes en China en las últimas
décadas, mientras que los cánceres de esófago, pulmones, mama,
estómago y colon han afectado a los chinos durante mucho más
tiempo. El Instituto de Genómica de Pekín (IGP), financiado en
parte por el Estado, que completó el primer genoma humano chino
en el 2007, está tratando de descifrar cuáles son los genes
responsables de esas enfermedades crónicas y terminales. "Estamos trazando el mapa genético de las enfermedades para
hallar las variaciones (genéticas) causales de ciertas
enfermedades en la población china", dijo Gao Yang,
subadministrador general de la sucursal en Shenzhen del IGP,
que fue el principal responsable de registrar el primer genoma
chino. "Estamos muy interesados en la diabetes y cinco cánceres",
agregó. El IGP está colaborando con hospitales en China en el
proyecto de cáncer y con centros internacionales en el de
diabetes. "Secuenciamos muestras de ADN que nos envían los
hospitales", dijo Gao a Reuters. Médicos chinos necesitan extrapolar los datos de Occidente
al hacer diagnósticos y decidir sobre protocolos
farmacológicos, lo que para Gao Yang está lejos del ideal
clínico. "Cuando se decide cómo administrar fármacos para una
paciente china con cáncer de mama, por ejemplo, es importante
considerar su perfil genético. Desde el diagnóstico hasta la
dosis farmacológica, es otra historia", destacó. "Con nuestra propia información, podemos personalizar la
medicina. Aun si se trata de la misma enfermedad, podría
necesitarse otro fármaco o dosis cuando se tiene otro perfil
genético", agregó. EL GENOMA DEL PANDA El IGP está trazando el mapa genético del panda gigante de
China. "Usaremos la información para proteger mejor a esta
especie en peligro y comprender su evolución", indicó Gao. El instituto ha puesto también su mirada sobre algunos
agentes infecciosos, como los virus de la hepatitis B y del
papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés), que son
especialmente frecuentes en China, aunque faltan décadas para
lograr una cura mejor y más rápida. Asia es bastante ignorante sobre la prevención de la
hepatitis B, la décima causa de muerte en todo el mundo. La
hepatitis B crónica afecta a 360 millones de personas en el
mundo; de ellas, 281 millones viven en Asia. Una de cada 4 morirá por cirrosis o cáncer de hígado. El HPV es la principal causa de cáncer cervical. "Queremos desarrollar herramientas de detección mejores (y
más económicas). Por ahora, los kits de detección del HPV son
muy costosos y las infecciones por HPV ocurren principalmente
en las zonas más pobres", señaló Gao. "En cuanto al virus de la hepatitis B, la resistencia a los
fármacos es grave, de modo que necesitamos diseñar herramientas
diagnósticas más sensibles y efectivas. Al secuenciar el virus,
podremos conocer cómo muta y desarrollar mejores fármacos",
observó. Los expertos precisaron que el 10 por ciento de los más de
1.300 millones de chinos son portadores del virus de la
hepatitis B, aunque en ciertas regiones del sur puede llegar al
16 por ciento.
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