Cuarenta mujeres han sido elegidas para probar un útero de silicona desarrollado por la empresa suiza Anecova. El objetivo de la cápsula, de unos cinco milímetros de largo y uno de ancho, es cultivar los embriones dentro del útero de la mujer y esperar que sean más sanos.
El útero de silicona podría ser una realidad
en un futuro no muy lejano, puesto que ya está todo preparado para que
se inicien los primeros ensayos clínicos. El nuevo útero permitirá que
se produzcan embriones de mejor calidad y reducirá la necesidad de
recoger un mayor número de óvulos de las mujeres infértiles.
En
la fecundación in vitro (FIV) estándar o convencional los óvulos se
fertilizan en el laboratorio en una incubadora durante un periodo que
oscila entre dos y cinco días. Los embriones más sanos se seleccionan
para transferirlos al útero.
Por su parte, el nuevo dispositivo
permite que los embriones desarrollados en el laboratorio se incuben,
en los cinco primeros días, en el útero de silicona que previamente se
ha insertado en la matriz de la paciente. Después de unos días se
recubre la cápsula y se seleccionan los embriones para implantarlos ya
en el útero.
La cápsula tiene unos cinco milímetros de largo y
menos de uno de ancho. Sus paredes se encuentran perforadas con 360
orificios que incluyen unos 40 microordenadores. Una vez que los
embriones se han colocado en el interior, el útero de silicona se
conecta a unos cables flexibles que lo sostienen en el interior del
útero. Se mantiene con unos hilos para poder recuperar el útero de
silicona cuando ya no se necesite.
Las elegidas para probar este
útero han sido 40 mujeres a las que se les implantarán entre ocho y
doce cigotos. La mitad se incubarán en el laboratorio y la otra mitad
en el interior del nuevo dispositivo. "De esta forma podremos comprobar
directamente la evolución de las dos técnicas empleadas para la
fecundación", explica Simon Fishel, del Grupo de Fertilidad de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, en la revista New Scientist.
También
se podrá conocer con cuál de las dos técnicas se consigue una tasa de
éxito mayor, con el empleo de embriones que se encuentren sanos.
Comparaciones
La
mitad de los dispositivos empleados se deben retirar en los dos días
siguientes, que es cuando se analizan los embriones para ver si tienen
defectos genéticos. El resto permanecen en el mismo lugar cuatro días
más; transcurrido este tiempo los embriones más maduros se analizan
visualmente.
Fishel ha aclarado que el nuevo dispositivo puede
plantear algunas dudas, "ya que desconocemos las condiciones
ambientales del tracto reproductivo. Se trata de un medio que se
encuentra en continuos cambios, difíciles de reproducir de forma
artificial".
Los autores de la investigación piensan que los
embriones que crezcan en este útero de silicona serán más fuertes, lo
que significa que se podrán recoger menos óvulos para conseguir llevar
a término una gestación. La mayor parte de las técnicas de fecundación
in vitro requieren estimulación ovárica, que no está exenta de efectos
secundarios.
La nueva cápsula, desarrollada por la empresa suiza
Anecova, no se puede implantar al principio del desarrollo natural del
cigoto. "El embrión normalmente emplea siete días en llegar hasta el
útero a través del tubo. Es una especie de trompa de Falopio
artificial, de plástico". Hay que tener en cuenta que con los embriones
de dos días que llegan hasta el útero sólo se consigue una tasa de
gestación cercana al 30 por ciento, "porque cuando son tan jóvenes
tienen problemas para llegar de forma natural a su destino final".
Mantener la especie
Se
generan por miles con una solo propósito: morir por sus hermanos. Ésta
es la función del paraesperma, el esperma infértil que domina en las
eyaculaciones de algunas moscas. En la Drosophila pseudoobscura la
mitad del esperma es infértil. Luke Holman y Rhonda Snook, de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, parecen tener la respuesta, según publican en Current Biology.
Han
medido la supervivencia del esperma en el tracto reproductivo femenino
y han visto que cuanto más paraesperma hay en la eyaculación, más
sobrevive el fértil. De esta forma ayudan a sus "hermanos a
sobrevivir". El proceso se da en otros animales, pero los hombres
disponen de una estrategia alternativa que permite al esperma adaptarse
a la actividad del sistema inmune femenino.