“Es la mejor vacuna”, dijo el epidemiólogo cubano Angel Alvarez.
Sostuvo que esta situación de epidemia de la fiebre amarilla en
Paraguay no es solo de Salud Pública, es un problema de todos, de todos
los sectores y de la participación comunitaria al margen de los
ministerios involucrados.
En ese sentido, acotó que las recomendaciones van para todos los
componentes. “No podemos seguir culpando siempre, a la población le
tenemos que llevar información, debe contar con recursos, además de
tratar de incentivar a un trabajo integrado e intersectorial, que no es
un problema solo de Salud Pública, pues se debe involucrar a los
sectores que tienen que ver con el medio ambiente, con el retiro de
basuras y evitar los criaderos del Aedes aegypti”, apuntó el galeno.
Advirtió, más adelante, que la fiebre amarilla puede quedar un
tanto solucionada y minimizado el riesgo con la vacuna, pero seguimos
con el mismo peligro para el dengue, pues si aparece otro serotipo,
pueden darse muchos casos del tipo hemorrágico, por lo que es
importante continuar con las acciones, añadió Alvarez.
Consultado por qué en Paraguay se está dando el brote de la enfermedad,
expresó: “El problema es que Paraguay todavía tiene riesgos que por
ejemplo Cuba no los tiene y donde continúa la circulación viral en
especies de monos, entonces el hombre se enferma accidentalmente por
ese contacto con el virus a través del mosquito haemagogus que es el
que transmite en la zona selvática. Cuando el hombre viene entonces a
la comunidad corre el riesgo de que se transmita la enfermedad entre
los que viven cercanos”, subrayó nuestro entrevistado.
Si bien no se puede predecir cuánto tiempo más duraría esta epidemia,
dijo que ojalá la preocupación de todos los ciudadanos sea de por vida.
“Dar un pronóstico hasta dónde va la enfermedad es difícil, pero la
solución del problema está doblando a la esquina, encaminado a muchas
aristas, como ser las condiciones medio ambientales, si siguen así
favorables para la presencia del Aedes aegypti, el riesgo continúa y
continuará toda la vida. Si vemos en las zonas selváticas personas que
van de cacería y no están inmunizadas previamente, seguirá con el
riesgo”, aseguró el médico cubano.
Reiteró en ese sentido que cesará el riesgo en la medida en que cada
uno de los paraguayos sean capaces de minimizar los factores de riesgo
para el Aedes. “En Cuba decimos que el primer responsable de la salud
es la propia persona, pues si con la información que ya se cuenta,
llegamos a nuestra casas y eliminamos los criaderos de mosquito,
estamos disminuyendo los índices y los riesgos; y ahí sí pudiéramos
hablar con un pronóstico a corto plazo; mientras, hay que seguir
preocupados”, sostuvo finalmente el Dr. Alvarez.
La delegación de especialistas cubanos está integrada además por el Dr.
Daniel González, infectólogo, y el entomólogo Juan Carlos Vázquez.
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