En respuesta a una iniciativa impulsada conjuntamente por la Asociación
Mundial de Glaucoma (WGA, por sus siglas en inglés) y la Asociación
Mundial de pacientes de Glaucoma (WGPA), el próximo jueves 6 de marzo
se celebrará, por primera vez, el Día Mundial de la enfermedad, que
actualmente está considerada la primera causa de ceguera irreversible
en el mundo aunque, paradójicamente, su desarrollo puede ser tratado.
El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico cuyo desarrollo está
relacionado con el incremento de la presión intraocular y que, desde
sus inicios, va provocando la pérdida de la visión periférica.
Justamente, debido a que el paciente es incapaz de advertir manchas o
algún tipo de indicio, por lo general los primeros estadíos transcurren
de manera asintomática, con lo cual, en muchos casos las personas
afectadas llegan al consultorio con cuadros muy avanzados.
En los controles se puede advertir si la presión intraocular excede los límites recomendados
En estos casos, cuando el tratamiento no es precoz aunque se puede
frenar la progresión de la enfermedad, resulta imposible recuperar la
visión perdida. Por esa razón, los especialistas recomiendan realizar
la consulta con el oftalmólogo quién será el encargado de realizar los
estudios correspondientes para comenzar rápidamente el abordaje del
glaucoma.
"Lo ideal es que se revisen los hombres y mujeres mayores de 40 ó 45
años porque si bien el glaucoma puede desarrollarse a cualquier edad,
ésa es la franja que reviste la mayor incidencia. No obstante, si
existen antecedentes familiares o si la persona es miope o realizó
tratamientos con corticoides, también debe concurrir al especialista.
Igualmente, hoy en día, la toma de presión intraocular -principal
referencia para empezar a descubrir la enfermedad pues hay un mínimo
porcentaje de casos que no se relacionan con este indicador- forma
parte de la consulta oftalmológica habitual.
Eso permite tener un primer indicio y a partir de ahí determinar
si es necesario profundizar en el estudio. En cuanto a los valores, lo
ideal es que la presión de los ojos esté entre los 12 y 18 mmHg. Si la
cifra está por encima de esa barrera, el análisis se puede complementar
con un fondo de ojo o un examen de campo visual", explicó a Pro-Salud
News el doctor Alejo Peyret, médico oftalmólogo, presidente de la
Asociación Argentina de Glaucoma (ASAG).
En la misma línea, el doctor Fernando Cataldi, médico oftalmólogo
especialista en glaucoma, indicó que "la existencia de traumatismos o
golpes también es un factor de riesgo para el desarrollo de esta
condición que no es una sola entidad sino que es un grupo de
enfermedades. El tipo más frecuente en nuestra población -se calcula
que en la Argentina el 20 por ciento de las cegueras evitables son
causadas por el glaucoma aunque los pacientes no suelen advertir los
cambios hasta haber alcanzado una reducción del 80 por ciento en el
campo visual- es el crónico de ángulo abierto, que presenta progresión
lenta y no da síntomas.
Debido a que al principio la visión central permanece intacta los
pacientes no se dan cuenta hasta llegar, en algunos casos, al estado
que se denomina 'caño de escopeta o visión tubular'. El problema es que
cuando las mujeres y los hombres que tienen glaucoma se empiezan a
tropezar o llevar por delante personas que pasan por el costado, suele
ser el indicio de que la visión central está comprometida y ya en esa
instancia la afección no tiene cura. A diferencia de la catarata que es
la primera causa de ceguera en el mundo, el glaucoma no es reversible".
Según comentó a Pro-Salud News el doctor Cataldi, integrante de la
Clínica de Ojos del Dr. Nano, institución miembro del Comité Ejecutivo
para América Latina del Programa Visión 2020, iniciativa de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para
la Prevención de la Ceguera (IAPB), según la cual se impulsa la
difusión y prevención de las enfermedades oculares, "el glaucoma puede
suele ser bilateral aunque puede comenzar en un solo ojo y mucho tiempo
después avanzar en el otro. Eso provoca que a menudo la progresión de
esta condición que sufren aproximadamente el dos por ciento de los
mayores de 40 años, sea asimétrica".
Otro tipo menos frecuente de glaucoma es el de ángulo cerrado o
glaucoma agudo que puede presentar alguno de los siguientes síntomas:
visión borrosa, dolor del globo ocular, dolor de cabeza, náuseas,
vómitos, aparición de halos de color alrededor de las luces brillantes
y pérdida repentina de la visión.
Abordaje y seguimiento
Cuando el objetivo es frenar la progresión de esta enfermedad que hasta
el momento no tiene cura, lo más importante es evitar la pérdida
constante del campo visual.
Para eso, los especialistas cuentan con diversas herramientas como por
ejemplo los colirios en gotas, la realización de procedimientos
quirúrgicos y, en última instancia, la colocación de un implante
valvular que regule la presión.
"Lo primero que hay que hacer es bajar la presión. Por eso indicamos la
administración de gotas una o dos veces por día. No obstante, en
algunos casos con eso no es suficiente y entonces será el oftalmólogo
el encargado de definir la realización de una cirugía con láser o bien
optar por un procedimiento tradicional", concluyó el doctor Peyret.
Especialistas consultados:
- Doctor Alejo Peyret: M.N. 67.724
- Doctor Fernando Cataldi: M.N. 101.160
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