Por sus efectos psicomotores. Aumenta la distracción, las molestias visuales y la somnolencia diurna.
El interior del automóvil ya
no debería seguir siendo uno de los últimos refugios donde los
fumadores aún disfrutan de su adicción, como ellos afirman, sin
molestar a los demás. Una revisión de estudios publicados hasta el
momento sobre los efectos del cigarrillo al manejar demuestra que fumar
duplica el riesgo de provocar un accidente de tránsito.
Aunque se trata de un factor de riesgo vial que
aún no figura como tal en las estadísticas locales, registros de otros
países le atribuyen al cigarrillo no menos del 5% de la
responsabilidad. Su efecto principal es la distracción, que compite por
el primer lugar con el uso del teléfono celular. A la lista de
perjuicios del cigarrillo mientras se maneja se suman las molestias
visuales (irritación) que produce el humo; la intoxicación crónica con
el monóxido de carbono, que disminuye el nivel de vigilancia, atención
y visión nocturna, y el aumento del riesgo de sufrir desde un infarto
hasta la muerte súbita.
"Todos los que manejamos tenemos un 7% de
probabilidad de sufrir un accidente de tránsito cada vez que salimos a
la calle. Pero si a esto se suma manejar drogado con el humo de
cigarrillo, las evidencias demuestran que ese riesgo aumenta en los
fumadores al 11,6% si no fuman mientras conducen y al 16,7% si fuman al
volante, es decir, algo más del doble. Así, el conductor se transforma
en un arma letal para sí mismo y para los demás", explicó el doctor
Reynaldo Smith, director del Programa Antitabáquico Respire, del
Hospital Británico de Buenos Aires ( www.respireonline.com ).
Según la organización no gubernamental Luchemos
por la Vida y un estudio de campo de la Dirección General de Tráfico de
España, encender un cigarrillo lleva no menos que 3 a 4,1 segundos. En
ese tiempo, a 100 km por hora, se recorren entre 82 y 113 metros sin
las dos manos sobre el volante. En promedio, un fumador demora unos 3,4
minutos en consumir el cigarrillo mientras maneja, y si cada cigarrillo
se consume en 10 pitadas, se necesita llevar el brazo a la boca unas 20
veces. Por lo tanto, para Smith, "fumar al conducir resulta tan
peligroso como no utilizar el cinturón de seguridad".
Pero esto no es todo. Con la distracción colabora
otro problema de salud que es frecuente en los fumadores: la
somnolencia y la fatiga durante el día, debido a que el tabaquismo
produce una inflamación crónica de las vías respiratorias que altera la
forma de respirar durante el sueño. "Su consecuencia, el síndrome de
apnea del sueño [la suspensión reiterada de la respiración durante el
descanso], produce un muy mal descanso nocturno -afirmó el doctor
Eduardo Borsini, del Departamento de Medicina del Sueño del Hospital
Británico-. Eso produce hipersomnolencia al día siguiente, con
sensación de torpeza, lentitud intelectual, dificultad para
concentrarse, fatiga del pensamiento, cambios en la memoria, e
irritabilidad y agresividad."
Por otra parte, el monóxido de carbono del humo
del cigarrillo, que consumen por igual el fumador y los acompañantes,
no sólo irrita la mucosa ocular, lo que puede dificultar la visión,
sino que también impide reaccionar a tiempo ante una maniobra
imprevista o una luz roja fuera de cálculo.
"Ese gas es muy venenoso -dijo Smith-, y su poder
de intoxicación lo vemos por síntomas graves para el conductor, como
son la fatiga, la sensación de sueño, especialmente en un viaje largo,
y la disminución de la reacción frente al peligro por la pérdida de la
alerta y vigilancia normales."
Un estudio publicado en Nature Neuroscience
de científicos del Baylor College of Medicine , en el Centro Médico de
Texas (EE.UU.), halló que el cerebro de los fumadores acumula
información sobre lo que podría ocurrir ante varias opciones, pero lo
ignora al decidir cómo actuar.
"El monóxido de carbono ingresa en el torrente
circulatorio, donde desplaza al oxígeno de su unión vital con la
hemoglobina de la sangre -resumió Smith-. Esa nueva unión hace que las
células respiren monóxido, lo que provoca intoxicación crónica [en las
arterias coronarias puede producir angina de pecho o infarto]. Y esto
es suficiente para aumentar la torpeza al volante."
El aire dentro de un auto contiene unos 40 mg/m3
de partículas respirables, el límite aceptable para la salud. Un
estudio de la Universidad de Stanford indica que bastan tres bocanadas
de humo de cigarrillo con las ventanillas cerradas para alcanzar 500
mg/m3 de partículas intoxicantes.
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