Un nuevo estudio halló que es la cantidad de grasa que las personas acumulan según su tamaño corporal a medida que entran en la adultez, y no el peso al nacer ni su desarrollo en sí, lo que influye en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
En una investigación sobre el tamaño al nacer, el tamaño
corporal en la edad adulta y la sensibilidad a la hormona
reguladora del azúcar en sangre, la insulina, en jóvenes, un
equipo observó que la masa grasa de las personas en la adultez
era el único factor significativamente relacionado con la
sensibilidad a la insulina. La pérdida de sensibilidad a esa hormona induce la
diabetes. "Todos los padres, independientemente del tamaño de su hijo
al nacer o de su desarrollo, deberían estar atentos al riesgo
de la acumulación de grasa en el cuerpo de sus hijos", concluyó
el equipo dirigido por R. W. J. Leunissen, del Centro Médico
Sofía del Hospital de Niños de Rotterdam, en Holanda. El bajo peso al nacer está relacionado con un aumento del
riesgo de diabetes tipo 2 y algunos investigadores han
propuesto que la aceleración del crecimiento en personas con
talla pequeña al nacer que alcanzan su tamaño normal en la edad
adulta tiene efectos nocivos sobre el metabolismo. Sin embargo, los autores afirman que aún se desconoce si
las personas con bajo peso al nacer, pero que recuperan su
tamaño normal con el paso de los años o que lo mantienen a lo
largo de la vida, tienen más riesgo de desarrollar diabetes
tipo 2. Para investigarlo, el equipo analizó la sensibilidad a la
insulina en 136 hombres y mujeres jóvenes. Algunos de ellos habían nacido con bajo peso y talla y lo
mantuvieron en la edad adulta; otros habían nacido pequeños,
pero recuperaron la estatura normal en la adultez; otros habían
nacido con peso y talla normal, pero tenían baja estatura en la
edad adulta, y otros habían nacido con peso y talla normal y
seguían así en la adultez. Los investigadores hallaron que la masa grasa en la edad
adulta era la única medida asociada significativamente a la
sensibilidad a la insulina. Tras aplicar técnicas estadísticas para controlar el efecto
de la edad, el sexo y la talla en la edad adulta, el equipo
observó que los hombres y las mujeres que habían nacido con
bajo peso y talla, pero que tenían tamaño normal en la edad
adulta, tenían un nivel significativamente más bajo de
sensibilidad a la insulina que el grupo de control. Según estos resultados, el equipo propone una "hipótesis de
la acumulación de grasa", que establece que "su mayor
acumulación durante la niñez, independientemente del tamaño al
nacer, reducirá la sensibilidad a la insulina". "La aceleración del aumento de la estatura y el peso en sí
no es un problema, en tanto se acumule una cantidad normal de
grasa", agregaron los autores. "Nuestros datos indican que todos los individuos,
independientemente de su tamaño al nacer, deberían tratar de
lograr o mantener un nivel normal de masa grasa para su talla y
peso corporal", concluyó el equipo. FUENTE: Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism,
febrero del 2008
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