Las infecciones del tracto respiratorio superior son la tercera razón más común por las que una persona acude a consultar al médico. Aproximadamente, la tercera parte de estos pacientes salen con un diagnóstico de rinosinusitis y, en Estados Unidos, el 80% se lleva a casa un tratamiento a base de antibióticos, porcentaje que en Europa puede bajar al 70%.
Pero estás cifras deben cambiar. Un metanálisis publicado en la revista 'The Lancet' viene a enmendar la situación. Según el trabajo, que ha analizado nueve ensayos con 2.547 adultos con rinosinusitis, los antibióticos no son más eficaces que un placebo
y no deberían recetarse en los primeros 10 días. Sólo si tras este
tiempo el individuo no se ha curado y sigue con los mismos síntomas se
puede iniciar la terapia antibiótica.
La conclusión es clara, explican los autores, y coincide con las
recomendaciones que en los últimos años recogen los documentos de
consenso internacional sobre el tema. El reto ahora es llevar estas
indicaciones a la práctica. "Durante mucho tiempo la rinosinusitis se
ha asociado con los antibióticos y cambiar esta idea es difícil",
afirma a elmundo.es Jaime Sanabria, otorrino de la Fundación Jiménez
Díaz.
Este experto explica que existen dos tipos de rinosinusitis: las catarrales, asociadas a un proceso viral y que se curan prácticamente solas al cabo de los días, y las bacterianas,
que sí necesitan antibióticos. Sanabria coincide con el estudio en que
durante la primera semana es muy difícil distinguir una de otra, porque
los síntomas –cogestión nasal, dolor facial, dolor de dientes cuando se
mastica chicle- son los mismos. Por eso "lo primero que se debe hacer
es mandar corticoides nasales o antiinflamatorios y sólo a partir de la
semana, si no ha habido mejoría, se empieza con el antibiótico".
Tanto Sanabria como Ignacio Cobeta, jefe de servicio del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, señalan que "el mensaje debe llegar a los médicos de atención primaria,
porque son ellos los que atienden en primer lugar la mayoría de los
casos, ya que a nosotros nos llegan los más complicados, cuando sí
necesitan antibióticos".
"El análisis muestra que los antibióticos ofrecen muy poco beneficio a los pacientes con rinosinusitis y dados los costes, los efectos secundarios y las resistencias bacterianas
que se pueden generar, no parece justificada esta práctica", concluye
Jim Young, del hospital universitario Basel de Suiza y coordinador del
trabajo.
Uso excesivo
Cobeta reconoce que "en algunos casos se abusa de los antibióticos,
cuando la rinosinusitis con tratamiento de soporte se soluciona muchas
veces". Según él, "Es España el uso de antibióticos está excesivamente
extendido y por tanto también hay muchas resistencias, lo que empieza a
ser un problema".
"En nuestro país se estima que se producen dos catarros por habitante y año, lo que supone 80 millones de catarros.
Aproximadamente el 2% de ellos (1.600.000 españoles) acaba en
rinosinusitis aguda. Si los tratamos con un medicamento que no
necesitan, que es caro y que, encima, puede dar lugar al desarrollo de
resistencias� la conclusión es evidente", declara el doctor Sanabria.
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