Una nueva vacuna contra la tuberculosis, administrada por inhalación, ha demostrado ser más efectiva que la vacuna actual inyectada.
Según científicos en Estados Unidos, la nueva versión en aerosol mostró resultados "muy prometedores" en estudios con animales.
Además de que no requiere el uso de agujas y jeringas, la vacuna
inhalada -afirman los científicos- sería de bajo costo y no requeriría
refrigeración como las vacunas convencionales.
El estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de
Ciencias de Estados Unidos, fue llevado a cabo por investigadores de
las universidades de Harvard y Carolina del Norte
"La vacuna es la misma BCG que se utiliza para inyección" dijo
a BBC Ciencia Lucila García-Contreras, profesora de la Escuela de
Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Carolina del Norte, y
coautora del estudio.
"Pero hay dos partes nuevas en esta nueva versión: su
formulación es para inhalación y como no necesita reconstituirse porque
no es líquida como la BCG, es muy fácil de almacenar", agrega la
investigadora.
Ampliamente usada
La vacuna BCG (Bacillus Calmette-Guérin) contra la tuberculosis se administra actualmente a unos 100 millones de niños cada año.
Esta vacuna es la más comúnmente utilizada en todo el mundo.
Pero tiene limitaciones porque debe almacenarse en frascos
refrigerados y reconstituirse para suministrar la inyección, lo cual
puede ser problemático en países en desarrollo.
La tuberculosis es una infección bacteriana altamente contagiosa que mata, cada año, a unos dos millones de personas.
Es por eso, dicen los expertos, que es urgente encontrar tratamientos alternativos para prevenir la enfermedad.
La ruta de infección de la tuberculosis es por inhalación, fue
por eso que los investigadores decidieron crear una vacuna que se
administrara también por esa ruta.
"Por eso creemos que tiene doble protección -afirma Lucila
García-Contreras- porque al seguir el mismo método en que ocurre la
infección protege desde la misma "puerta de entrada de la bacteria"".
BeneficiosLos investigadores vacunaron a conejillos de indias con el
tratamiento en aerosol y posteriormente los expusieron a la infección
de tuberculosis.
Los resultados mostraron que menos de 1% de tejido pulmonar y del bazo de los animales mostró efectos de la enfermedad.
Sin embargo, en los animales tratados con la misma dosis pero con la
vacuna tradicional inyectada, se encontraron lesiones de la enfermedad
en cerca de 5% de tejido pulmonar y 10% de tejido del bazo.
La vacuna en aerosol se produce con una técnica similar a la utilizada para la fabricación de leche en polvo.
Es una técnica, afirman los científicos, de más bajo costo que
la BCG actual y que además podría utilizarse para producir otras
vacunas inhaladas para prevenir otras enfermedades.
"De hecho -dice Lucila García-Conteras- también estamos probando otras vacunas, incluidas difteria y hepatitis B".
Entre otros beneficios, agrega, "es mucho más sencillo inhalar
una vacuna que inyectarla con agujas y no se necesitan profesionales
entrenados para suministrar esta vacuna".
Además de que no requiere pinchazos, se evitan las posibles infecciones y contaminaciones por el uso de jeringas y agujas.
"Los resultados de este estudio muestran que la vacuna promete ser tan efectiva o más que la vacuna actual".
" Y aunque todavía falta llevar a cabo los estudios
toxicológicos esperamos que los resultados en humanos sean igualmente
prometedores" señala la investigadora.
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