La Asamblea del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) resolvió aceptar la propuesta de mejora salarial realizada por el gobierno. Luego de una extensa y discutida reunión, la mayoría de los médicos agremiados votaron por llegar a un acuerdo con las autoridades sanitarias, al considerar como un "hecho histórico" los logros económicos alcanzados en la negociación. El aumento global para los médicos de medicina general y policlínica ampliada será del 62,5%. Los incrementos serán progresivos hasta completar ese monto: en abril recibirán un 20%, en septiembre un similar porcentaje y en junio de 2009 un 12,5%.

El vicepresidente del SMU, Julio Trostchanky, dijo a El País que ahora trasladarán la respuesta a las autoridades de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y agregó que de ahora en más el comité ejecutivo velará para que las distintas etapas del convenio se cumplan según lo acordado. Además, destacó que ahora se abrirá la posibilidad de discutir con el gobierno elementos que van más allá de lo salarial como la reformulación del trabajo médico.

Durante la asamblea se levantaron voces contrarias a aceptar el acuerdo. En este aspecto, la figura visible del reclamo fue el líder del sector Médicos Asalariados Solidarios (MAS), Daniel San Vicente, quien en todo momento reprochó que la negociación con las autoridades de ASSE haya sido "secreta" y "privada".

También hubo espacio en el encuentro para que se expresaran críticas en cuanto a la condiciones sanitarias de algunas policlínicas del sector público en barrios carenciados de Montevideo.

Un grupo de médicos denunció falta de medicamentos e insumos.

"En defensa de los médicos"

El presidente del Sindicato Médico del Uruguay, Alfredo Toledo, salió al cruce de las declaraciones públicas de integrantes del gremio médico que sugerían que las negociaciones con el gobierno estaban sesgadas por intereses políticos o personales. Dijo que observó con "desagrado" la situación mediática que se generó al respecto y enfatizó que el comité ejecutivo del sindicato defiende "a todos" los médicos y no a los "oficialistas o no oficialistas". "No hubo ninguna derivación en favor de intereses personales de nadie", afirmó.