En bebés, personas mayores, mujeres embarazadas y gentes con el sistema inmunológico debilitado encuentra presas fáciles la listeria. En Alemania y en Europa, los casos de infección con esta bacteria aumentan.
A lo largo del pasado 2007 se registraron en Alemania 500 casos de infección causados por la listeria monocytogenes,
lo que ha llevado al Instituto Federal de Estimación del Riesgo (BfR) a
advertir a la población del peligro que encarna este bacilo. Los
síntomas de la infección con listeria se parecen en su primer estadio a
los de una gripe común. En casos de extrema gravedad, la enfermedad
puede degenerar en una meningitis.
“Puesto que la
listeria se transmite principalmente a través de los alimentos, es
importante que los grupos de riesgo pongan especial atención a las
condiciones de higiene en las cocinas”, dice Andreas Hensel, presidente
del BfR.
Carnes crudas, verduras troceadas
La listeria es una
bacteria que plaga el ambiente. No es difícil, por lo tanto, de
encontrar. A los alimentos accede, en la mayoría de los casos, en el
proceso de obtención de los mismos, como por ejemplo en el ordeñado de
la leche o el sacrificio de los animales.
Por
lo general, la bacteria se siente a gusto en los productos animales
crudos, como la carne picada, los embutidos crudos, la leche o el queso
no pasteurizados y algunos tipos de pescado, como el salmón ahumado.
Pero también las verduras frescas o la lechuga ya troceada pueden
convertirse fácilmente en hogar para la listeria.
Con el calor muere la
listeria. Es decir, cocer, asar, pasteurizar… basta para acabar con la
bacteria. La limpieza a la hora de cocinar y en los lugares en los que
se concentran alimentos es imprescindible. La sal, los ácidos, el
empaquetamiento y las bajas temperaturas del frigorífico le son a la
listeria indiferentes.
¡Cuidado con la ensalada!
En
general, las personas con un sistema inmunológico débil, los diabéticos
y los enfermos de cáncer, los bebés y las mujeres embarazadas, que
pueden transmitir la enfermedad al feto, los miembros de la tercera
edad, componen el grupo de mayor riesgo de contagio.
Dolor de cabeza,
fiebre, malestar muscular o, en algunas ocasiones, problemas en el
aparato digestivo, son síntomas de la listeria, pero podrían serlo
también de cualquier gripe. En el peor de los casos, las infecciones
con listeria pueden ocasionar la muerte, si se llega a envenenar la
sangre o a generar una meningitis.
Existen medicamentos
contra la listeria, que puede tratarse si se detecta a tiempo. Las
autoridades sanitarias alemanas recomiendan, como medida de prevención
y concretamente a las personas de riesgo, evitar los alimentos animales
crudos y las lechugas cortadas de fábrica, y consumir los productos
empaquetados, especialmente aquellos envasados al vacío, rápidamente
tras la compra y siempre antes de la fecha de caducidad.
Y, por supuesto, pedir información al médico.
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