La sociedad española de farmacia comunitaria reflexiona acerca de los artículos que se dispensan en las boticas.

Desde que el anillo vibrador de Durex y su amplia gama de lubricantes irrumpió en el mercado, las ventas de estos artilugios no han hecho sino subir. De hecho, la marca ha anunciado recientemente la introducción de mejoras en sus dispositivo estrella (el anillo), así como de nuevos juguetes para aumentar el placer de las relaciones de pareja.

Al hilo de este anuncio, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) ha hecho público un documento en el que se pide a los profesionales de este sector una reflexión profunda acerca de los productos que se pueden adquirir en una botica.

"No queremos ser tachados de puritanos o de extremistas", afirma José Ibáñez, presidente de Sefac, "pero sí, hacer un esfuerzo por recordar a qué nos dedicamos y qué artículos debemos ofrecer", matiza. Y es que, según esta organización no existe ningún argumento sanitario de peso que sustente la venta en oficinas de farmacia de este tipo de juguetes sexuales, para los que existen otros canales de venta adecuados y accesibles. "Es cierto que la gente entra con más facilidad en una farmacia que en un sexshop y que a la mayoría de la población quizá le de más seguridad el hecho de que estos artículos se puedan adquirir en un establecimiento de estas características, pero no deberíamos sobrepasar nuestro ámbito de actuación y sí empezar a pensar en poner límites a los surtidos. No pasa nada por no vender productos de este tipo", explica el presidente de Sefac.

Siguiendo este razonamiento, y teniendo en cuenta que la legislación estatal y de las diversas comunidades autónomas recoge explícitamente que las farmacias son "centros sanitarios de interés público" en el que deben trabajar profesionales cualificados; así como que su finalidad es "garantizar el consejo de salud y la dispensación correcta de medicamentos y productos para promocionar la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades", cabría preguntarse acerca de otros bienes de consumo que deberían ser excluidos de las boticas y dispensarse en otros comercios.

En este sentido, José Ibáñez lo tiene claro: "por supuesto que hay más artículos que deberían engrosar esta lista si lo que perseguimos es quitarnos de encima el sambenito de que se trata de una tienda más cuando en realidad las oficinas de farmacia son establecimientos sanitarios". De esta manera, junto a los juguetes sexuales, deberían salir por la puerta chupetes, biberones, juegos y entretenimientos para niños, cosméticos (no los que se emplean com coadyuvantes de terapias dermatológicas; sino los que únicamente cumplen un fin estético), bisutería, tintes para el cabello...

"Desde el punto de vista estrictamente comercial puede parecer que se pierde a corto y medio plazo, pero se gana en profesionalidad y credibilidad", apunta el presidente de Sefac. Desde este organismo se reconoce que en el campo de la salud, el bienestar y la calidad de vida se ha abierto un auténtico filón en el que se están haciendo un hueco multitud de productos y servicios que conllevan el riesgo de confundir tanto a usuarios como a profesionales; que cada vez tienen más difícil la tarea de seleccionar y analizar el bombardeo de información promocional que les llega.

Comentarios

Escriba su Comentario
Por favor escriba mensajes relevantes al asunto del articulo. Comentarios ofensivos no serán publicados. No utilice el espacio de comentarios para la promoción de su sitio. Si se equivoco al ingresar el codigo de seguridad refresque su navegador para recibir un nuevo código de seguridad antes de presionar el botón Enviar.
Nombre:
E-mail
Homepage
Titulo:
BBCode:
Comentario:
Codigo:*

Powered by AkoComment!