Hasta ahora, la mayor parte de las campañas para combatir el consumo de alcohol se han dirigido a los jóvenes y adolescentes. En el Reino Unido, el Ministerio de Sanidad ha decidido dar un giro a sus mensajes de alerta y dirigir sus advertencias a las mujeres maduras, que beben solas (habitualmente vino) y muchas de las cuales no conocen el riesgo de cáncer relacionado con este hábito.

El departamento de Sanidad, que dirige Dawn Primarolo, se va a gastar nada menos que un millón de libras (más de 1,2 millones de euros) para alertar a las británicas del riesgo de cáncer asociado al abuso de bebidas alcohólicas. Los datos que maneja el ministerio indican que una copa de vino cada noche podría incrementar un 50% las probabilidades de desarrollar tumores de mama o colon.

"Muchas mujeres beben demasiado simplemente porque no saben cuántas unidades de alcohol están consumiendo ni el peligro que ello implica", ha declarado Primarolo a la prensa. "Después de la campaña no habrá ninguna duda de cuánto están bebiendo ni del impacto que eso tiene en su salud".

Las recomendaciones oficiales indican que una mujer no debería beber más de 14 unidades de alcohol a la semana (los hombres pueden llegar hasta las 21). Así, por ejemplo, un vaso pequeño de vino (de unos 12,5 grados) contiene 1,5 unidades, y una botella de cerveza de unos 440 mililitros llega hasta las dos unidades. Se calcula que el 20% de las británicas sobrepasa las recomendaciones y arriesga su salud consumiendo entre 14 y 35 unidades semanales.

Los datos que manejan las autoridades británicas indican que el consumo de alcohol está relacionado cada año con 2.000 casos de cáncer de mama, además de otros problemas hepáticos o de infertilidad. Además, las estadísticas también alertan de un aumento de los ingresos hospitalarios por problemas etílicos entre mujeres maduras. Las muertes por esta adicción se han multiplicado por dos en el Reino Unido en los últimos 10 años.

"Estas ciudadanas, profesionales, que beben demasiado pero que no molestan a nadie con su hábito han pasado desapercibidas demasiado tiempo ante nuestro radar", ha añadido la ministra Primarolo.

Ni una gota en el embarazo

Por su parte, el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica (más conocido por sus siglas anglosajonas, NICE) ha emitido una recomendación oficial para que las mujeres embarazadas no prueben las bebidas alcohólicas durante los nueves meses de gestación. Si tienen que hacerlo, añaden estas nuevas indicaciones, deberían esperar a haber pasado el primer trimestre del embarazo.

Estas guías contradicen las pautas habituales en el Reino Unido que hasta ahora indicaban que beber unas cantidades mínimas de alcohol no era perjudicial ni para la mujer ni para su bebé. De hecho, la sociedad británica de ginecología reconoce que un par de unidades alcohólicas una o dos veces a la semana no era peligroso; aunque tampoco se atreve a descartar ningún riesgo.

NICE, responsable de promover hábitos saludables en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte ha decidido endurecer sus recomendaciones precisamente por la preocupación de que está aumentando el consumo de bebidas alcohólicas en los últimos años. "Queríamos mandar un mensaje claro", ha declarado su máximo responsable, Gillian Leng.

Beber durante el embarazo puede causar síndrome fetal-alcohólico en el feto, un trastorno que provoca retraso en el aprendizaje, rasgos faciales anómalos (cabeza muy pequeña y ojos separados) y alteraciones en el sistema nervioso central.

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