Este trastorno mental es atendido de forma multidisciplinaria en el Instituto, principalmente en los servicios de Psiquiatría y Neurología.

Las personas que fuman e ingieren alcohol, así como aquellas que padecen de diabetes e hipertensión arterial, y que no llevan un control estricto de su padecimiento, son más propensas a padecer delirios por un deficiente paso del oxígeno al cerebro.

A nivel nacional, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), otorga en las Unidades de Medicina Familiar alrededor de mil 600 consultas al año por este padecimiento.

La doctora Magali Pérez García, médico psiquiatra del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del IMSS, explicó que este trastorno mental se caracteriza por cambios en el estado de conciencia, acompañado de confusión, desorientación, alteraciones en la atención y falta de memoria de quien lo padece.

Comentó que el también llamado delirium, tiene una prevalencia estimada de hasta el 30 por ciento en pacientes hospitalizados, siendo los adultos mayores los más afectados, ya que 4 de cada 10 lo padecen durante su estancia en un hospital.

El doctor Miguel Villavicencio Casildo, médico adscrito al Servicio de Admisión Continua del Hospital de Psiquatría “Dr. Héctor Tovar Acosta”, señaló que cuando un paciente sufre un estado de delirio, tiene un alto riesgo de manifestar conductas agresivas o destructivas.

Destacó que es fácil reconocer a una persona que padece el trastorno, “el dato principal es la alteración del estado de conciencia, en la orientación del tiempo y el espacio, e incluso el paciente puede olvidar quién es, donde vive o el año en que se encuentra”.

La psiquiatra Pérez García aseguró que el IMSS cuenta con un grupo multidisciplinario para realizar el diagnóstico de enfermedades que también causan delirio, como cáncer, tumores o males cardiacos, mediante estudios de laboratorio que incluyen biometría hemática, química sanguínea, examen general de orina y una radiografía de tórax.

Posteriormente, se brindan diversos tratamientos encaminados a aliviar el trastorno, “incluye cuestiones muy básicas como recordarle al paciente la hora, el día y la fecha actual”. Recomendó que ante los síntomas, se tenga una luz encendida durante la noche para que el enfermo no tenga alucinaciones.

Asimismo, se brindan medicamentos como el haloperidol, que ayuda a eliminar los síntomas; indicó que los familiares deben confiar en los fármacos recetados para el tratamiento del trastorno, mismos que no causa adicción y que previenen secuelas en funciones mentales como la memoria, la atención y el lenguaje.

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