Sólo un reducido porcentaje de pacientes complementan con calcio y vitamina D su tratamiento con bisfosfonatos, a pesar de que son esenciales contra la osteoporosis. Un estudio ha revelado que la insuficiencia de la suplementación es altamente prevalente en España.
El papel del calcio y la vitamina D es
crítico y fundamental en el abordaje de la osteoporosis, hasta el punto
de que no se puede plantear ningún tratamiento antirresortivo si no se
emplean estos suplementos. "Sin embargo, por paradójico que parezca,
este escalón es el de peor cumplimiento y persistencia de todos los
fármacos osteoactivos", según ha señalado Manuel Quesada, de la Unidad
de Metabolismo Mineral del Hospital Reina Sofía,
de Córdoba, durante su intervención en el simposio organizado por
P&G Pharmaceuticals dentro del VIII Congreso Europeo sobre Aspectos
Clínicos y Económicos de la Osteoporosis y la Osteoartritis (Ecceo) que
se ha celebrado en Estambul (Turquía).
Durante el congreso se
han presentado los datos del estudio Previcad, realizado por el Grupo
Español para el Estudio de la Vitamina D y dirigido por Quesada. Dicho
ensayo tiene como objetivo principal determinar la prevalencia en
España de la insuficiencia en niveles séricos de vitamina D y de la
ingesta insuficiente de calcio en mujeres posmenopáusicas
osteoporóticas tratadas y no tratadas.
Este estudio fue
realizado en hospitales y centros de atención primaria categorizados
según la exposición a la luz solar (superior o inferior a 2.500 horas
de sol al año). Se recogieron datos demográficos y clínicos de mujeres
posmenopáusicas diagnosticadas de osteoporosis, incluyendo su
historial, fracturas previas, tratamiento farmacológico e ingesta de
calcio. Además se determinaron los niveles de 25-hidroxivitamina D y de
otros marcadores metabólicos.
Participaron en el estudio un
total de 336 mujeres posmenopáusicas con una media de edad de 71 años.
El 56,5 por ciento de las pacientes estaban bajo tratamiento
antirresortivo y el 43,5 por ciento no recibían tratamiento para la
osteoporosis.
"Los resultados de la investigación demuestran que
la insuficiencia de calcio (ingesta inferior a 1.500 mg/día) en mujeres
posmenopáusicas no tratadas era del 89,6 por ciento y del 92 por ciento
en pacientes tratadas. Por otro lado, en conjunto la insuficiencia de
vitamina D en la población estudiada era del 70 por ciento", ha
explicado Quesada.
La conclusión principal del estudio es que
incluso en un país soleado como España hay una alta prevalencia de
insuficiencia de vitamina D entre las pacientes osteoporóticas no
tratadas. Además, la insuficiencia de calcio y los niveles séricos de
vitamina D tienen una importante prevalencia, tanto en mujeres tratadas
como no tratadas.
Según Quesada, "para una adecuada terapia
antiosteoporótica se requiere la suplementación con calcio y vitamina
D. El tratamiento combinado de bisfosfonato, calcio y vitamina D puede
mejorar la comprensión de las instrucciones posológicas y conseguir una
mejor adherencia".
Eficacia, a pesar de la edad
La
eficacia del risedronato frente a las fracturas no vertebrales se
mantiene en los diferentes grupos de edad, según un estudio dirigido
por John P. Bilezikian, del Hospital Presbiteriano de Nueva York
(Estados Unidos), y presentado en el Ecceo. La edad es uno de los
factores de riesgo de fractura más importantes entre las pacientes no
tratadas y el riesgo de fractura aumenta con la edad.
En
este estudio se investigó la relación entre la edad y el riesgo de
fractura a partir de datos procedentes de estudios clínicos,
aleatorizados y controlados con placebo. Se estudió la eficacia
antifractura del risedronato (5 mg al día frente a placebo) en
numerosos grupos de edad, tanto internamente como entre ellos.