Las mujeres que siguen una dieta que favorece un descenso de la tensión arterial -similar a la dieta conocida como DASH- tienen menos riesgo de sufrir problemas cardiovasculares como ictus o infarto.
Las mujeres que están sujetas a una dieta
similar a la Dieta Recomendada para Frenar la Hipertensión (DASH, en
siglas en inglés), que se caracteriza por escasas proteínas animales,
ingestión de pocos productoras ricos en grasas y muchas proteínas
vegetales, además de frutas y verduras, tienen menos riesgo de sufrir
ictus y enfermedad coronaria. Así lo asegura un estudio que publica en
Archives of Internal Medicine un grupo de la Escuela de Ciencias de la
Salud Simmons, en Boston.
Según análisis previos, esta dieta ha
demostrado reducir la presión sanguínea tanto sistólica como diastólica
en personas con tensión arterial normal y alta. También reduce el
colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (C-LDL), lo que le
ha merecido recomendaciones en diferentes guías dietéticas.
Teresa
T. Fung, de la citada escuela, ha analizado el Estudio de Salud de las
Enfermeras de Estados Unidos, que incluye a casi 90.000 mujeres de
entre 34 y 59 años que no habían sufrido diabetes ni enfermedad
cardiovascular en 1980. Desde este año, y hasta 2004, las mujeres
informaron de su tipo de dieta.
Los autores calcularon
entonces un marcador DASH para cada mujer basándose en las comidas y
sus nutrientes. La puntuación que otorgaba crecía con la ingesta de
frutas y verduras y con alimentos que se mantuvieran cerca de lo
recomendado para la cantidad diaria de grasa. Con carnes rojas, dulces
y sodio, la puntuación descendía.
En los 24 años de seguimiento,
más de 2.000 mujeres sufrieron un infarto no fatal, 976 murieron de
enfermedad coronaria y 2.317 sufrieron ictus. Las puntuaciones según el
modelo DASH más altas se asociaron con un menor riesgo de sufrir este
tipo de problemas cardiacos.
Cuando los grupos se separaban para
su estudio posterior según el nivel DASH, se observó que las mujeres
que habían seguido una dieta similar a la DASH tenían hasta un 24 por
ciento menos de posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Vida de células cardiacas
Hasta
ahora se pensaba que las células precursoras cardiacas respondían todas
a un mismo patrón antes de convertirse en tejido cardiaco, pero un
estudio de la Universidad de Carolina del Norte, que se publica en
Developmental Cell, ha demostrado que no todas las células cardiacas se
crean por igual: dependiendo de una señal para diferenciarse, unas
actúan y otras permanecen inactivas y en espera.
La
investigación se ha centrado en el gen conocido como Castor, implicado
en la diferenciación celular en modelos de Drosophila. Utilizando
oligonucleótidos para enmascarar las porciones de material genético en
ranas, observaron que la actividad del gen era la clave para el
desarrollo o inactividad de estas células.
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