La alodinia cutánea, un trastorno que provoca una sensibilidad extrema en la piel, es más común y severo entre quienes sufren migrañas, según señala un estudio estadounidense.
El trabajo, cuyos resultados se publican en el último número de la revista 'Neurology',
muestra una relación entre las cefaleas severas y una alteración de la
sensibilidad cutánea, que hace que actividades tan simples como
cepillarse el pelo o rascarse puedan resultar muy molestas.
Para llevar a cabo su investigación, el grupo americano para el estudio y la prevención de la migraña analizó los datos de 16.573 individuos que sufrían dolores de cabeza.
A través de un cuestionario, estos investigadores midieron, entre
otras cosas, el tipo y la gravedad de las cefaleas, cómo era la calidad
de vida de los participantes o si sufrían otro tipo de molestias y/o
enfermedades. Además, también evaluaron la presencia de síntomas de
sensibilidad cutánea asociados a los dolores de cabeza.
Más molestias entre los pacientes con jaqueca
Un total de 11.737 pacientes fueron diagnosticados como migrañosos
-sufrían periódicamente episodios de jaqueca-, 643 como migrañosos
crónicos –prácticamente diariamente tenían dolores de cabeza- y 1.491
como posibles migrañosos –presentaban prácticamente todos los síntomas
del trastorno-. El resto, sufrían cefaleas tensionales u otros tipos de
dolores de cabeza no clasificados como patológicos.
Tras cruzar los datos, los investigadores descubrieron que la prevalencia de la alodinia cutánea era especialmente alta
–y también más severa- entre los individuos que padecían jaquecas: un
69,3% de los pacientes con migrañas crónicas y un 63,2% de los
participantes que las sufrían episódicamente presentaban problemas de
sensibilidad extrema en la piel, mientras que sólo un 36,7% de los
pacientes con cefaleas tensionales padecía el trastorno.
Entre los migrañosos, la sensibilidad extrema cutánea era más
frecuente en mujeres, individuos con una frecuencia elevada de dolores
de cabeza, personas con un índice de masa corporal elevado, problemas
de invalidez y depresión.
Según la hipótesis de los investigadores, dado que la alodinia era
mucho más común entre los migrañosos crónicos -aquellos en que la
enfermedad había evolucionado hasta convertirse en un problema diario-
la presencia de la alodinia cutánea podría ser un factor indicador de la progresión de las jaquecas.
"Identificar los factores que pueden profundizar en la biología de
la enfermedad, así como aquellos que ayuden a comprender su progresión
se ha convertido en una prioridad para la salud pública ya que podría
proporcionar una base para intervenciones preventivas más agresivas",
comentan los autores en su trabajo, quienes remarcan que son necesarios
más estudios para conocer en profundidad los mecanismos que intervienen
en los procesos migrañosos.
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