La ministra francesa de Sanidad ha elevado a 5.500 el número de pacientes que recibieron dosis excesivas de radioterapia para el tratamiento de su cáncer en un hospital del este de Francia, en la localidad de Epinal. Se trata de la crisis más grave de este tipo en el país vecino y ha obligado a revisar los aparatos de otros 180 centros hospitalarios del país.
La 'catástrofe de Epinal', como ya la ha bautizado la prensa gala,
tenía hasta ahora un balance impreciso de afectados, aunque durante su
visita al centro la ministra ha hablado de más de 5.000 personas
tratadas en el servicio de radioterapia entre los años 1987 y 2006.
Según ha precisado el director del centro hospitalario Jean-Monet de Epinal, Gilbert Hangard, unas 7.500 personas pasaron por el servicio en ese período de tiempo,
aunque 2.000 de ellas no han podido ser localizadas hasta el momento,
bien porque han fallecido o porque han cambiado de domicilio. Entre las
víctimas afectadas por este error masivo en los ajustes de la máquina
que administra los rayos X para destruir las células cancerosas hay 24
varones con un tumor de próstata que fueron especialmente sobretratados
(un 20% más de las dosis que deberían haber recibido). De ellos, cinco
han fallecido a consecuencia de esta sobredosis de radiación.
Entre las secuelas de salud que han relatado los afectados hay quemaduras en el pecho que requieren dormir con una bolsa de hielo, úlceras y problemas intestinales graves
que les obligan a ir constantemente al servicio, e incluso hay algunos
que han tenido que pasar por el quirófano para que les extirpen
completamente el intestino 'quemado'.
"Esto que les ha ocurrido no puede volver a suceder. Hemos aprendido
la lección", les ha dicho la ministra de Sanidad, Roselyn Bachelot, a
veinte de los afectados por el error que se encontraban de visita en el
hospital. El servicio de radioterapia volvió a abrir sus puertas el
pasado mes de febrero después de la investigación llevada a cabo.
Las dosis excesivas de radioterapia se administraron a los pacientes
como consecuencia de una mala utilización de las máquinas así como una
deficiente formación del personal encargado de manejarlas (que fue
suspendido de su empleo). En la investigación también ha salido a
relucir que las instrucciones de los aparatos estaban mayoritariamente
en inglés, un idioma que no manejaba todo el personal.
De hecho, el caso ha obligado a revisar ("y recalibrar") los aparatos de radioterapia de otros 180 centros franceses
y la formación del personal sanitario se ha ampliado de dos a tres
años. Además, la ministra ha anunciado que el número de técnicos tendrá
que multiplicarse por dos antes del año 2012 para alcanzar la cifra de
600 especialistas en todo el país.
Roselyn Bachelot se ha mostrado además "vigilante" sobre el tema de
las indemnizaciones a los afectados en Epinal. Según el presidente de
una de las asociaciones surgidas a raíz del caso, unas 300 personas han
recibido ya una indemnización de 10.000 euros.
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