Los bebés de madres con sobrepeso u obesidad tienen más grasa y menos músculo que los hijos de mujeres con peso normal, indicó uno de los primeros estudios en comparar la composición corporal de los recién nacidos con el índice de masa corporal (IMC) materno antes del embarazo.
La obesidad está aumentando entre las embarazadas, mientras
que cada vez más bebés en Estados Unidos y Europa nacen con
4.000 gramos o más, señaló el equipo dirigido por el doctor
David A. Fields, del Centro de Ciencias de la Salud de la
University of Oklahoma, en American Journal of Obstetrics &
Gynecology. Estos bebés inusualmente grandes son más propensos a ser
obesos más adelante en sus vidas. Sin embargo, el peso corporal no sólo aporta una imagen
clara del crecimiento y la salud infantil, agregaron los
autores; tanto el bajo o alto peso al nacer están asociados con
un mayor riesgo de diabetes y otras enfermedades en la edad
adulta. Para comprender mejor cómo el crecimiento prenatal influye
en la salud futura, el equipo utilizó el PEA POD, un "sistema
de composición corporal" fabricado por Concord, de Life
Measurement Instruments, con sede en California, para medir el
porcentaje de grasa corporal, masa corporal magra y masa grasa
total en 72 bebés con menos de 35 días de vida. No se registró una diferencia del peso al nacer promedio
entre los bebés de madres con IMC normal y los hijos de mujeres
con sobrepeso u obesidad. No obstante, al comparar la composición de todos los bebés,
el equipo halló que los hijos de las 39 mujeres con sobrepeso u
obesas tenían un porcentaje de grasa corporal
significativamente mayor (un 13,6 frente a un 12,5 por ciento),
que los de las 33 mujeres con peso normal. Asimismo, hubo diferencias en la masa grasa (448,3 frente a
414,1 gramos) y la masa magra (3162,2 frente a 3310,5 gramos),
respectivamente. Fields comentó también que los bebés de mujeres obesas
tendrían más riesgo de diabetes porque poseen menos masa
muscular. "Esto explicaría por qué esos niños, quizás la
mayoría, desarrollan diabetes, dado que los músculos son los
grandes consumidores de azúcar", añadió. "Era muy, muy difícil medir la grasa corporal en un bebé",
dijo Fields. Antes, se usaban varias máquinas durante horas.
Ahora, el PEA POD evalúa la composición corporal en cinco
minutos, según indica Life Measurement Instruments en su sitio
en internet. La máquina es muy costosa, señaló Fields; de hecho, hay
sólo 15 en uso en el mundo. Con todo, el autor adelantó que
cada vez más hospitales lo comenzarán a incorporar. Medir la composición corporal de los bebés al nacer
proporcionaría una mejor imagen de su salud que el control del
peso únicamente, agregó Fields, pero luego la pregunta es qué
hacer cuando un bebé tiene un alto porcentaje de grasa
corporal. Una posibilidad, para Fields, sería alentar la lactancia
materna. Un estudio previo del mismo autor demostró que los
bebés alimentados con fórmula suelen tener más sobrepeso. FUENTE: American Journal of Obstetrics & Gynecology, abril
del 2008
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