Determinar la enfermedad coronaria antes de su aparición es clave, ya que casi la mitad de los eventos coronarios iniciales aparecen sin síntomas previos.
En los últimos años, técnicas como el TAC o la Resonancia Magnética están adquiriendo protagonismo en el estudio de las enfermedades cardiovasculares. Gracias a los avances tecnológicos ya es posible visualizar las arterias coronarias de forma no invasiva y evaluar la presencia de calcio coronario para predecir el riesgo cardiovascular.
En los países desarrollados las enfermedades cardiovasculares
constituyen la primera causa de muerte en la edad adulta de la vida.
Ante esta realidad juega un papel prioritario la prevención en la que,
las técnicas de imagen, están empezando a tener protagonismo. La
detección y cuantificación del calcio coronario puede ser un
instrumento útil en la valoración del riesgo cardiovascular. Un estudio
publicado recientemente en la revista 'New England Journal of Medicine'
apunta que medir la calcificación de las arterias coronarias mediante
Tomografia Axial Computarizada (TAC), contribuye a predecir el riesgo
de padecer un problema coronario.
En esta investigación se estudiaron 6.722 hombres y mujeres
estadounidenses de diferentes étnias que, al inicio del estudio, no
padecían ningún problema cardíaco. Fueron seguidos durante casi cuatro
años, periodo en el que se registraron 162 eventos coronarios, 89 de
los cuales graves (infarto, accidente cerebrovascular o muerte). Se
evidenció que el riesgo de un evento coronario era casi diez veces
mayor para los que tenían las puntuaciones más altas de depósitos de
calcio.
Primeras conclusiones
El estudio concluye que la cuantificación de calcio coronario es un
potente predictor de eventos coronarios, que proporciona una estimación
que va más allá de la que facilitan los clásicos factores de riesgo. La
presencia de calcificaciones coronarias es un indicador de la cantidad
total de placas ateromatosas que puede presentar un individuo, aunque
la cantidad de calcio coronario, por sí solo, no se correlaciona
necesariamente con la presencia enfermedades importantes como el
infarto de miocardio.
Medir la
calcificación de las arterias coronarias mediante TAC, contribuye a
predecir el riesgo de padecer un problema coronario
Aunque en las distintas etapas de la arteriosclerosis, la
calcificación representa un estadio avanzado, existen fases más
precoces con placas no calcificadas, constituidas por lípidos y tejido
fibroso, y que en realidad tienen mayor predisposición a la rotura que
las placas con mayor contenido en calcio. El cálculo del riesgo
cardiovascular se ha venido efectuando mediante la valoración de
elementos cuya presencia se considera que puede favorecer el deterioro
del árbol vascular. Clásicamente, estos elementos han sido tabaco,
hipertensión, diabetes, sobrepeso y colesterol. El sexo masculino y la
edad también son factores a tener en cuenta.
Con todos los datos y mediante unas tablas puede estimarse el
riesgo de cada individuo de padecer un evento cardiovascular en los
próximos 10 años y, así, poder actuar en consecuencia incidiendo en los
hábitos y con tratamiento médico. La cuantificación del calcio
coronario ya había demostrado ser útil en la estratificación del
riesgo. Uno de los principales problemas es el coste de la prueba.
Además, hay que tener en cuenta que la radiación a la que se somete el
individuo conlleva también cierto riesgo. Actualmente, esta exploración
está indicada en personas con riesgo intermedio de padecer enfermedad
cardiovascular, ya que la información aportada podría ser de utilidad
para acabar de perfilar el riesgo y poder actuar en consecuencia.
Coronariografia no invasiva
Además de la cuantificación del calcio coronario, el TAC permite,
mediante la administración de un contraste endovenoso, evidenciar la
presencia de estenosis coronarias. El escáner o TAC (Tomografía Axial
Computarizada) es un método diagnóstico con larga tradición en
numerosas especialidades médicas que, gracias a los rápidos avances
tecnológicos e informáticos, ha pasado a ser una opción útil en
cardiología.
La visualización de las arterias coronarias presenta importantes
dificultades técnicas, ya que se trata de vasos de pequeño calibre, con
trayecto complejo, sometidos a continuos movimientos por los latidos
cardiacos y los movimientos respiratorios. Gracias a la incorporación
de los multidetectores de 64 elementos, un sistema que permite la
obtención de imágenes -en forma de cortes- de una forma extremadamente
rápida, ahora ya es posible adquirir imágenes del corazón y de las
arterias coronarias con gran fiabilidad.
Hasta la fecha, el cateterismo cardíaco ha sido la técnica
diagnóstica de referencia para la visualización directa de estenosis
(estrechamiento) en arterias coronarias. Es una técnica muy útil pero
que presenta el inconveniente de requerir la introducción de un catéter
hasta el corazón. Esto resulta, a su vez, una ventaja ya que permite,
en caso necesario, poder tener acceso directo a la lesión del vaso y
poder repararla mediante el inflado de un pequeño balón -angioplastia-
y la posterior colocación de un pequeño dispositivo -stent- que permite
que el vaso siga abierto. Es decir, que la coronariografía mediante
cateterismo, además de ser una técnica diagnóstica, puede ser
terapéutica.
La ventaja del TAC en estas situaciones es que se trata de una
técnica incruenta, con la desventaja de que, en caso de evidenciar una
lesión coronaria susceptible de reparación, deberá efectuarse un
cateterismo. Para estudiar las arterias coronarias primero se efectúa
un estudio simple, sin contraste, que permite identificar
calcificaciones. En una segunda fase, se obtienen las imágenes tras la
inyección de un contraste radiológico endovenoso.
Los últimos estudios (ACCURACY y CORE-64) que comparan el TAC y la
coronariografia convencional avalan la fiabilidad de la primera para
excluir de forma no invasiva la existencia de estenosis coronarias
significativas. Los pacientes que más pueden beneficiarse de esta
prueba son el grupo con baja e intermedia probabilidad de padecer un
problema coronario.
Resonancia Magnética Nuclear (RMN)
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) es otra importante aportación
que ha emergido con fuerza en los últimos años para el estudio de las
enfermedades cardiovasculares. Es una técnica utilizada desde hace años
en el estudio de numerosas regiones del organismo. La obtención de las
imágenes se consigue gracias a la exposición de las estructuras a la
acción electromagnética, que se realiza mediante un imán que equivale a
15.000 veces el campo magnético de la tierra.
Este imán atrae a los protones, contenidos en los átomos de los
tejidos, que se alinean con el campo magnético. Una vez se interrumpe
el pulso, los protones vuelven a su posición original liberando
energía, emitiendo señales que son captadas por un receptor y
analizadas por un ordenador que las transforma en imágenes. A pesar de
que la ecocardiografía continúa siendo la técnica de primera elección
para el diagnóstico de la mayoría de enfermedades cardíacas, la RMN se
considera la exploración complementaria cuando aquélla no es
concluyente, ya sea por el tipo de patología o por dificultades
técnicas.
La RM es una técnica inocua, en la que el paciente no se expone a
radiaciones ionizantes, que permite obtener imágenes anatómicas sin
necesidad de contraste intravenoso. En el estudio de la cardiopatía
isquémica, puede poner de manifiesto zonas del miocardio con movilidad
disminuida durante el estrés con fármacos, o bien zonas de
hipoperfusión tras la administración de un contraste -gadolinio-.
Asimismo, es una herramienta útil en la valoración de secuelas
estructurales de un infarto, presencia de aneurismas, zonas con
movilidad alterada o en el estudio de viabilidad miocárdica.
En valvulopatías, a pesar de no ser de primera elección, la RMN
resulta de gran utilidad cuando la calidad de imagen de la
ecocardiografía no aporta la información suficiente. Las enfermedades
que comportan alteraciones a nivel de la anatomía cardiaca son las que
más se benefician de esta técnica. Patologías como miocardiopatía
hipertrófica, tumores cardiacos, cardiopatías congénitas y displasia
arritmogénica del ventrículo derecho, entre otras, han encontrado en la
RMN, una importante herramienta diagnóstica.
Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |