Aborto. Un médico cuestiona el procedimiento de la Policía. La Policía allanó dos clínicas clandestinas de abortos. Hubo 11
detenidos, entre ellos varios médicos, que quedaron emplazados. Un
médico cuestiona el procedimiento ya que sostiene que se le quiso
obligar a quebrar el secreto profesional.
Durante al menos tres semanas los investigadores del Departamento de
Orden Público de la Jefatura de Policía trabajaron en la detección de
dos clínicas clandestinas.
El primer dato que llegó a oídos de los policías fue sobre una
clínica de abortos en la zona de La Unión. Las discretas averiguaciones
también los llevaron a otra clínica ubicada en el Centro.
Ambas eran atendidas por la misma organización. Luego de una
discreta vigilancia y, con orden de allanamiento, ingresaron a las
mismas.
Así se requisó instrumental médico y se detuvo a varias personas,
entre profesionales y mujeres que se proponían interrumpir sus
embarazos.
En otros allanamiento se detuvo a varios médicos. En la clínica
también se hallaron agendas con teléfonos y nombres de mujeres que
habían pasado por ella hacía pocos días. En total fueron 11 las
personas que el miércoles fueron conducidas al despacho de la jueza
penal Gabriela Merialdo.
Luego de la audiencia todos quedaron emplazados. La Justicia espera
ahora los resultados de varias pericias técnicas y nuevas indagatorias.
Hasta aquí el estado de las investigaciones. Sin embargo, el caso
reveló aristas más complejas a partir de los cuestionamientos que lanzó
el médico a cargo de la emergencia ginecológica del Hospital Pereira
Rossell, al que fueron conducidas algunas de las indagadas para que se
le realizaran estudios. Las críticas, empero, son rechazadas desde la
Dirección de Investigaciones que sostiene que el procedimiento fue
dispuesto por la magistrada.
Confidencialidad. El médico ginecólogo Francisco Coppola cuestionó
el procedimiento policial durante la investigación sobre maniobras
abortivas. Coppola, jefe de la emergencia del servicio ginecológico del
Pereira Rossell y también catedrático de la Facultad de Medicina, fue
el profesional que recibió a una de las mujeres conducidas por la
Policía, que buscaba determinar si la misma había sido objeto de un
aborto quirúrgico.
"La función nuestra es velar por la salud de la gente, no determinar
si hubo o no hubo un delito, tenemos un manual de procedimientos que es
muy claro y definido en cuanto a preservar la consulta médica", dijo
Coppola a El País.
"Si los médicos hicieran denuncias penales la gente no iría más a las consultas", argumentó el médico.
Coppola señaló que tuvo problemas desde el primer momento en que se
presentó una agente policial junto a la paciente que traía para
estudio. En principio, porque la funcionaria no quería abandonar el
recinto mientras el médico examinaba a la paciente. "La funcionaria me
dijo que actuaba bajo orden judicial, le pedí la orden judicial, no me
la dio, le pregunté quién era el juez, no me lo dijo", recordó Coppola.
El médico agregó que, finalmente, logró conversar a solas con la
paciente que accedió a ser examinada. "Me enteré entonces que esta
paciente estaba incomunicada desde hacía varias horas, yo le expliqué
sus derechos", señaló.
El profesional aseguró que, según le consta, varias de las pacientes
que fueron conducidas presentarán reclamaciones ante la Justicia por el
proceder policial.
Coppola dijo, asimismo, que se propone llevar el tema al ámbito
académico. "Tenemos un convenio vigente entre el Ministerio de Salud
Pública, la Facultad de Medicina y el Sindicato Médico que es muy claro
en esta materia", indicó.
De momento la investigación sigue su curso. Los investigadores de
Orden Público esperan que la jueza Merialdo disponga nuevas
diligencias.
Cómo lo sanciona el Código
El artículo 325 del Código Penal establece para el "aborto con
consentimiento de la mujer": "La mujer que causare su aborto o lo
consintiera será castigada con prisión, de tres a nueve meses". Para
quien colabore en la práctica de un aborto con consentimiento, "con
actos de participación principal o secundaria será castigado con seis a
veinticinco meses de prisión", según establece el artículo 325 bis.
Otros dos casos que generaron polémica
El año pasado también dos investigaciones sobre maniobras abortivas
generaron polémica con respecto a los límites profesionales y la
actuación policial que se rige por normas todavía vigentes.
Uno de ellos comenzó en Soca, donde una joven de 20 años concurrió a
una policlínica con fiebre y hemorragia luego de haberse practicado un
aborto. El médico le dio pase al Pereira Rossell y comunicó el caso a
la seccional local que a su vez dio cuenta a la guardia del hospital.
Cuando el policía corroboró que el aborto había sido hecho en
Montevideo, el funcionario lo comunicó a los policías de Orden Público
que enteraron a su vez al juez Luis Charles. La ministra Daisy Tourné,
a favor de la despenalización del aborto, sostuvo que la denuncia no
había salido de la Policía y se cuestionó la actitud del médico que
primeramente había atendido a la joven. Ésta finalmente fue procesada
sin prisión, como por regla ocurre ya que los jueces no procesan con
prisión a las mujeres en estos casos. El otro caso fue en Rivera. Un
comisario y dos agentes estuvieron acusados de haber ido a la casa de
mujeres a verificar si estaban embarazadas o no. El caso fue
investigado por el Fiscal de Policía Héctor Di Giacomo y no se comprobó
que los policías hubieran revisado a las mujeres como se había
denunciado.
Powered by AkoComment! |