Según la OPS, está en el escenario cuatro, reservado para países con
cobertura en tratamientos acortados y supervisados inferior al 75 por
ciento y con una alta incidencia de nuevos casos estimados.
Sin lugar a exageraciones, en Dibulla, un municipio al suroccidente de
La Guajira, la tuberculosis ya hace parte de la cotidianidad de sus
habitantes, a tal grado que el Perfil Epidemiológico del Departamento
(2006) calificó la incidencia de esta enfermedad como "sin antecedentes
en el mundo".
En ese municipio se reportaron ese año 258 casos, que
proporcionalmente representan una tasa de 2.844 por 100.000 habitantes,
un indicador exótico cuando se compara con el nacional que es, de
acuerdo con el Ministerio de la Protección Social, de 23 casos por
100.000.
Estadísticas de esta clase generan preocupación entre autoridades y
expertos del sector, no solo por la peligrosidad de este mal, que mata
en el mundo, según la ONU, a 4.000 personas cada día, sino por su alto
riesgo de contagio: se transmite por el aire.
Con un agravante: de los 10 millones de nuevos casos que aparecen
cada año, medio millón son resistentes a los tratamientos
convencionales.
Colombia no es ajena a esa realidad externa. Sin embargo, no es
fácil encontrar un consenso en torno al diagnóstico de tuberculosis.
Basta decir que, con respecto a los casos del año pasado, unas son las
cifras y tasas aportadas por el Instituto Nacional de Salud (con 10.418
casos y una tasa de 24 por 100.000), y otras las que tienen las
secretarías locales de salud (ver recuadro por distritos y
departamentos).
A 2006, mientras para el Ministerio de la Protección Social la tasa
nacional de incidencia era de 23 por 100.000, investigadores
independientes la ubicaban en 52 por 100.000.
Cifras que no cuadran
Tras una reunión de consulta sobre tuberculosis celebrada en
noviembre del 2006, representantes de la Asociación Colombiana de la
Salud (Assalud), la facultad de economía de la Universidad del Rosario,
la Fundación FES y la Red Colombiana de Investigaciones Políticas y
Sistemas de Salud (*), concluyeron que la situación en esta materia en
el país es grave y preocupante.
Sostienen que una evidencia clara en ese sentido es el Plan Regional
para el Control de la Tuberculosis, 2006 - 2015, encabezado por la
Organización Panamericana de la Salud.
En ese documento Colombia aparece ubicada en el escenario número
cuatro, el reservado para países con una cobertura en tratamientos
acortados y supervisados (estrategia Dots) inferior al 75 por ciento y
con una alta incidencia de nuevos casos estimados (es decir, superior a
50 por 100.000 habitantes).
El Ministerio, por su parte, insiste en que, con 10.696 casos
reportados en el 2006, la tasa de incidencia es de 23 por 100.000.
La entidad afirma, además, que en los últimos siete años la
incidencia de nuevos casos ha mostrado un lento pero sostenido
descenso, por cuenta del mejoramiento de los procesos de reporte y
seguimiento a más del 90 por ciento de los casos que se registran, al
tratamiento exitoso del 79 por ciento de ellos y a los esfuerzos cada
vez mayores por buscar los contactos de esos enfermos. Estas
estrategias están definidas en el Plan Colombia Libre de Tuberculosis
2006 - 2015.
Obstáculos para controlar
Los investigadores insisten en que es necesario que las autoridades
de salud reconozcan la gravedad de la situación, lo cual empieza por
corregir sus cifras: "Lo que el Ministerio presenta como incidencia no
es una visión completa. Su análisis se fundamenta solo en los casos que
se notifican como positivos de tuberculosis y desconoce los estimados,
es decir los que existen pero no se cuentan porque no se buscan como
debe ser", dice Francisco Yepes, investigador de la Asociación
Colombiana de la Salud.
En su informe el grupo de expertos sostiene que para hacer
comparaciones internacionales sobre la enfermedad, la Organización
Mundial de la Salud recurre a los casos estimados y no a los
notificados, "toma en cuenta la diferencia de los países en cuanto a la
eficiencia que muestran buscando los llamados contactos, es decir, las
otras personas que pudieron ser infectadas por el enfermo notificado",
dice Yepes.
Esa es la razón por la cual el país sigue clasificado en el
escenario cuatro, junto a naciones como Ecuador, Haití, Brasil,
Nicaragua, Surinam y El Salvador.
Jairo Roa, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina
Interna, opina que si bien hay una política clara frente a la
enfermedad, muchos de los responsables de su ejecución no asumen esta
tarea con seriedad: "Hoy el manejo de los casos y las cifras puede
incluso ser mejor en las secretarías de Salud que en las EPS; la
mayoría de estas últimas no se preocupan por buscar los contactos de
cada enfermo, porque los exámenes para hacerlo les resultan costosos o
porque el contacto ni siquiera pertenece a la misma EPS. Así es difícil
tener control sobre la enfermedad", dice.
Fuentes del Instituto Nacional de Salud dicen que a esto hay que
sumar otros problemas. El primero es que el diagnóstico de la
enfermedad se está haciendo en fases avanzadas y en hospitales de
tercer nivel, cuando lo lógico es que se hiciera en centros de primer
nivel, lo que requeriría que el personal de salud que labora en estos
cuente con la formación suficiente para identificarlos, lo cual no se
da en muchos casos.
El segundo es que de cada cien casos identificados, y que empiezan a
ser tratados, el sistema les pierde la pista a diez, lo cual incrementa
el riesgo de contagio y contribuye a la generación de resistencia a los
medicamentos: "En Colombia la multidrogorresistencia es del 2,38 por
ciento, es decir que unos 800 de los nuevos casos captados el año
pasado no respondían al tratamiento. Aunque aún estamos dentro de la
cifra aceptable del 3 por ciento, no podemos bajar la guardia", dice el
Instituto.
Más allá de las cifras, a larga lo que preocupa a los habitantes de
Dibulla y de otras zonas del país con cifras altas de esta peligrosa
enfermedad, es que alguien sepa diagnosticarlos y tratarlos como se
debe.
Una peligrosa y contagiosa enfermedad
La tuberculosis es una enfermedad
infectocontagiosa causada por Mycobacterium tuberculosis o bacilo de
Koch. Se propaga por el aire.
La fuente de la infección son otras
personas aquejadas por tuberculosis pulmonar. Cuando alguien afectado
tose, estornuda, habla o escupe, expulsa al aire los bacilos de la
tuberculosis; basta inhalar un pequeño número de esos gérmenes para
resultar infectado.
Eso no quiere decir, sin embargo, que
todas las personas infectadas por esos bacilos enfermen, pues el
sistema inmunológico los 'enclaustra'; estos pueden permanecer latentes
durante años. De hecho, se estima que entre el 5 y el 10 por ciento de
las personas infectadas enferman en algún momento de su vida.
Si las defensas del organismo no logran
controlar la infección, se produce una forma activa de la enfermedad,
es decir con aparición de lesiones causadas por los gérmenes. Si
alguien en esta condición no recibe tratamiento oportuno y adecuado,
puede infectar a entre 10 y 15 personas al año, en promedio.
¿Cómo se trata?
Cuando se diagnostica un caso de
tuberculosis infecciosa (se observan bacilos en un frotis de esputo),
es indispensable que el afectado siga, durante seis a ocho meses, un
tratamiento que consiste en la administración ininterrumpida de un
ciclo completo de la dosis correcta de medicamentos antituberculosos,
bajo observación rigurosa de los sistemas de salud.
Los fármacos más comunes son isoniazida, rifampicina, pirazinamida, estreptomicina y etambutol.
El aumento de enfermedades que afectan el
sistema de defensas, como el sida, el cáncer y otros males crónicos
consecuentes con el incremento de la expectativa de vida y el bajo
acceso a los servicios de salud, han elevado el riesgo de que cada vez
más personas acaben afectadas por la tuberculosis.
(*) María Patricia Arbeláez, Facultad Nacional de Salud Pública, U.
de Antioquia; Rocío Carvajal, Fundación FES Social; Román Restrepo,
Facultad Nacional de Salud Pública, U. de Antioquia; Luz Helena
Sánchez, Assalud; Julio Mateus Solarte, Fundación FES Social; Gloria
Molina, Facultad Nacional de Salud Pública, U. de Antioquia, y
Francisco J. Yepes, Assalud.
Esta es la situación que reportan las regiones- LA GUAJIRA
Tasa: 75,9 por ciento por 100.000 habitantes (en el 2006)Este
departamento tiene una de las tasas más altas de la enfermedad en el
país, sobre todo entre comunidades indígenas que habitan en la Sierra
Nevada de Santa Marta. Entre los años 2000 y 2006 la tasa departamental
subió de 67,9 a 75,9 por ciento (de 327 casos en el 2000 se pasó a 406
en el 2006). Cilia Peñalver Brito, secretaria de salud de La Guajira,
asegura que esta es una enfermedad endémica en la península, que afecta
principalmente a las comunidades indígenas debido a que sus hábitos
alimentarios y culturales (malnutrición) y las condiciones de vivienda
(hacinamiento, exposición al humo) y de salubridad hacen que sean más
vulnerables al contagio con el bacilo.
La situación de
desplazamiento forzado de los indígenas de la Sierra también se ha
convertido un factor de riesgo. "Estos pueblos han tenido problemas de
inseguridad y eso ha afectado el tratamiento de la enfermedad", señala
Peñalver. - QUINDÍO
Tasa: 56,8 casos por 100.000 habitantes Ramiro
Echeverri, médico del Instituto Seccional del Quindío, sostiene que en
el 2007 se registraron 307 casos: "Esto nos ubica al nivel de países
muy atrasados; algunos municipios tuvieron incidencias que, podría
decirse, son similares a las de naciones africanas". Este año van 110
casos, "si seguimos a ese ritmo vamos a tener más de 400 pacientes",
sostiene. Afirma que la idea es buscar activamente los casos para controlarlos y tratarlos, y ese es un aspecto que aún debe reforzarse.
- META
Tasa: 50 casos por 100.000 habitantes El
año pasado se registraron, según la secretaría de Salud del
departamento, 427 casos. Martha I. Vargas, coordinadora del Programa de
Tuberculosis, dice que la desnutrición, el desplazamiento y la pobreza
en las zonas rurales son factores que determinan la propagación de la
enfermedad en esta región. Villavicencio es el municipio que más casos
registra. - RISARALDA
Tasa: 42,5 casos por 100.000 habitantes* Luis
Ancízar López Carmona, funcionario de la Secretaría de Salud, sostiene
que ha venido aumentando el número de casos registrados debido a la
búsqueda activa que se hace de ellos (en el 2005, 362; en el 2006, 404,
y en el 2007, 437). Entre las acciones que llevan a cabo para
controlar la enfermedad está la aplicación del programa nacional contra
lepra y tuberculosis, la capacitación y orientación al cuerpo médico en
los municipios, la información a las comunidades, la creación de grupos
de apoyo para los afectados en los municipios y la atención gratuita de
pacientes no afiliados a EPS. (*) Tasa reportada por el Instituto Nacional de Salud, no por el departamento.
- VALLE
Tasa: 40 por 100.000 habitantes De
acuerdo con la Secretaría de Salud del departamento, en el 2007 hubo
2.000 casos (que comprometieron a sus 42 municipios), 978 de ellos en
Cali. Cada mes al Hospital Universitario llegan alrededor de 25
pacientes en estado delicado, como consecuencia de la interrupción del
tratamiento. - TOLIMA
Tasa: 35 por 100.000 habitantes Registros de la Secretaría de Salud indican que en el 2006 hubo 140 casos y el año pasado 152. Solo
en Ibagué se reportaron 60 casos en el 2007 (ocho casos más que en el
2006). Los municipios con mayor compromiso son Coyaima, con 20 casos, y
Ortega, con 18. Clara de la Pava, de la Liga contra la Tuberculosis,
sostiene que la enfermedad viene en aumento, pese a las campañas de
prevención. - NORTE DE SANTANDER
Tasa: 30,8 casos por 100.000 habitantes* En
el 2007 se diagnosticaron 377 casos, el 68 por ciento de ellos en
Cúcuta; no se han detectado enfermos de tuberculosis en 16 de los 40
municipios del departamento. El Instituto Departamental de Salud
sostiene que hubo un leve incremento de casos con respecto al 2006,
debido a cambios en el censo poblacional y a la intensificación en la
búsqueda de personas afectadas. (*) Tasa reportada por el Instituto Nacional de Salud, no por el departamento.
- ANTIOQUIA
Tasa: 30 por 100.000 habitantes La
Dirección Seccional de Salud estima que el año pasado se presentaron
1.619 casos en los 125 municipios del departamento, con 134 muertes. La
zona de mayor incidencia fue la del Valle de Aburrá, seguida por el
Urabá antioqueño. Ha habido incremento en el número de fallecimientos:
mientras que en el 2006 se presentaron 120 muertos, en el 2007 fueron
134. En algunos municipios, como Valdivia, la mortalidad fue del 100
por ciento. - SANTANDER
Tasa: 25,9 por 100.000 habitantes* El
número de casos ha venido descendiendo (en el 2005 hubo 576; en el
2006, 553; en el 2007, 534, y en lo corrido del 2008, 130). La mayoría
de los nuevos diagnósticos se encuentran en el área metropolitana de
Bucaramanga y en Barrancabermeja. Una de las estrategias adoptadas es
la de información y educación de la comunidad sobre la tuberculosis y
sus riesgos. (*) Tasa reportada por el Instituto Nacional de Salud, no por el departamento.
- CALDAS
Tasa: 19 casos por 100.000 habitantes* En
el 2007 hubo 219 casos y en este año, 20. Los municipios con más
afectación son Manizales (65 casos), Chinchiná y La Dorada. "Brindamos
asesoría y asistencia técnica a las instituciones de salud para que
hagan búsqueda activa de asintomáticos respiratorios", dijo Mercedes
Pineda García, de la subdirección de Salud Pública de la Dirección
Territorial de Caldas. (*) Tasa reportada por el Instituto Nacional de Salud, no por el departamento.
- BOLÍVAR
Tasa: 9,4 por 100.000 habitantes* El
secretario Departamental de Salud, José Eugenio Saavedra, sostiene que
en el 2007 se notificaron 99 casos, 17 menos que en el 2006. Magangué
es el municipio que más casos reporta. "Hemos incrementado las
búsquedas activas, suministrando de manera gratuita y bajo control
médico los tratamientos a los pacientes afectados", dijo Saavedra. (*) Tasa reportada por el Instituto Nacional de Salud, no por el departamento.
- BARRANQUILLA
Tasa: entre 32 y 37 por 100.000 habitantes En
el Distrito se reportaron el año pasado 414 nuevos casos. Celia Cruz
Torres, jefa de la Oficina de Salud Pública, afirma que en los últimos
cuatro años la incidencia de la enfermedad se ha mantenido estable. Por
grupos de edad, los más afectados son los adultos jóvenes entre 25 y 44
años; de igual modo, la entidad encontró que hay un incremento de los
casos entre los portadores de VIH. - SANTA MARTA
Tasa: 25,7 por 100.000 habitantes* El
año pasado, en el Distrito y sus zonas aledañas se diagnosticaron, de
acuerdo con la Secretaría de Salud, 150 casos reportados por las IPS;
de ese total, 118 son de Santa Marta (22 de ellos provinieron de
Ciénaga, Zona Bananera, Aracataca, Fundación, San Ángel, Guamal y
Plato, y otros 10 vinieron de La Guajira). Este año se han
diagnosticado 40 pacientes (11 casos más con respecto al mismo periodo
del 2007) y siete pacientes son de otros municipios. Mary García,
secretaria de Salud, informó que se implantó un sistema de búsqueda
activa comunitaria para la detección temprana de sintomáticos
respiratorios (con visitas domiciliarias a pacientes y sus familias),
que se está garantizando el suministro de medicamentos y que, sumado al
tratamiento médico, se ha gestionado el suministro de micronutrientes. (*) Tasa reportada por el Instituto Nacional de Salud, no por el distrito.
- CARTAGENA
Tasa: 16 a 17 por 100.000 habitantes Durante
el 2006 se registraron 188 casos (125 durante el primer semestre del
2007). El promedio de edad de los afectados es 38 años. La mayoría
provienen del área turística y de la localidad de La Virgen, que
alberga un grupo importante de población en condición de
desplazamiento, con altos niveles de pobreza. Estas condiciones elevan
el riesgo de transmisión de la enfermedad. - BOGOTÁ
Tasa: 14,5 casos por 100.000 habitantes De
acuerdo con la Secretaría Distrital de Salud, el comportamiento de esta
enfermedad ha sido ascendente en el último quinquenio, pese a los
esfuerzos por controlarla. El año pasado se reportaron 1.023 nuevos
casos (seis de cada diez afectados fueron hombres), especialmente entre
los 15 y los 45 años; no obstante, la incidencia específica por grupo
etáreo es alarmante en los mayores de 65 años, en donde alcanza cifras
de hasta 80 casos por cada 100.000 habitantes. El comportamiento de la
coinfección VIH/tuberculosis es de los más altos del país, con un 12,4
por ciento de casos que comparten las dos enfermedades (el promedio
nacional del 5,8 por ciento). Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |