Prevenir el error médico y evitarlo antes que llegue al paciente es uno
de los principales objetivos a los que apuntan diversas estrategias que
el Ministerio de Salud Pública llevará adelante en el sistema de salud.
Uno de estos caminos es crear en los centros de atención del país,
públicos y privados, historias clínicas únicas y digitales por cada
paciente, como contribución directa a una mejora en la seguridad y la
atención que se le brinda al enfermo.
La recomendación fue realizada por la especialista argentina Zulma
Ortiz, que brindó una conferencia sobre el tema a médicos uruguayos en
el Fondo Nacional de Recursos.
La reumatóloga, epidemióloga y encargada de la seguridad del
paciente en el vecino país, hizo especial hincapié en la necesidad de
innovar tecnológicamente el registro de cada usuario del sistema.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Paciente en Uruguay,
Homero Bagnulo, dijo a El País que es muy común que en algunas
instituciones se tenga hasta tres historias clínicas de una misma
persona y que es esa realidad la que generan "inseguridad" en el
sistema de salud. "Tiene una de la policlínica del barrio, otra del
centro a la que esa policlínica responde y una tercera de otra
institución de salud", afirmó.
El médico entiende que eso se produce porque las instituciones no
cruzan la información que tienen. "Ese es uno de los temas en los que
nos recomendó trabajar, porque todos somos conscientes que muy a menudo
las historias no tienen todos los elementos necesarios", agregó.
Y los motivos son múltiples. No se tuvo el tiempo suficiente, no se
contaba con un ordenamiento de cómo deben ser realizadas estas
historias e inclusive ocurre que al momento de la consulta no se cuenta
con esa documentación, puntualizó el experto.
LARGO PLAZO. Esta estrategia es necesaria, pero Bagnulo reconoció
que no se está cerca de lograrlo, aunque reafirmó que se debe ir en esa
dirección.
Esta innovación tecnológica, además de facilitar la tarea de los
médicos y mejorar la relación médico-paciente, traería un importante
ahorro económico al evitar la duplicación innecesaria de exámenes
médicos. "Si se pide un mismo examen en un lapso de tiempo demasiado
cercano, el sistema le va a preguntar para qué quiere repetirlo",
informó.
También si se receta un medicamento costoso, pero hay otro más barato y con el mismo efecto, el sistema avisará esta opción.
Pero como toda inversión, se necesita dinero. Bagnulo -que reconoció
desconocer si los centros de salud cuentan con los fondos necesarios
para solventar este cambio-, aclaró que la inversión debe ser un
esfuerzo conjunto con el Estado. "Yo considero que el Plan Ceibal está
muy bien. Pero si hay dinero para eso, bien podría haberlo para esto
otro", agregó.
Explicó que diferentes estudios internacionales establecen que la
inversión monetaria inicial que implica esta nueva tecnología es
recuperada en un plazo de cinco años.
CULTURA
Ortiz recomendó que "de entrada" se debe generar una cultura de
seguridad del paciente entre los equipos de salud. Bagnulo agregó que
eso significa una preocupación sincera y ética sobre la seguridad y que
no venga a cuento por las demandas y los juicios.
Cuestionarios especializados entre los equipos de salud para medir
la noción que tienen del concepto "seguridad del paciente" es una forma
de lograrlo. "Porque éste no es un tema del médico, sino de todo el
equipo", dijo Bagnulo.
Durante la exposición, Ortiz resaltó que lo importante no es cometer el error, sino detectarlo antes que llegue al paciente.
"Y que si se comete, el médico acepte que cometió el error y se
apoye al paciente en sus futuras consultas, como por ejemplo el
traslado gratuito a las mismas", sentenció Bagnulo.
La Comisión no ha realizado encuestas que puedan dar porcentajes
sobre el error médico, pero las apreciaciones que han obtenido permiten
hacer un balance, "sin ser demasiados exigentes" que da un saldo
"aceptable".
OMNIPOTENCIA
También se encontraron con profesionales que evitan el
tema. Esto era por el miedo, estimó Bagnulo. "Consideran que esto lleva
a una mayor judicialización y pone al médico más apretado. Creemos que
están equivocados", afirmó el presidente de la Comisión.
Bagnulo entiende que no han leído correctamente las experiencias.
"Esta nueva relación entre médico, paciente y familiares es importante
porque implica un cambio en la mirada del tema", dijo. Significa
reducir "nuestra omnipotencia" reconociendo el error que se ha
cometido. Aunque aclaró que esto no es librar al médico de toda culpa
porque eso "tampoco está bien".
Otra estrategia está en la recomendación que la ministra María Julia
Muñoz recibió de parte de la Comisión. Una hoja de ruta similar a la de
un piloto para evitar errores en los quirófanos: chequear antes en voz
alta el procedimiento.
También que al paciente se le hagan preguntas que pueden sonar
absurdas pero que no lo son, como si sabe a qué hora será operado, de
qué lado y por quién.
"El paciente puede pensar que el médico está loco o no sabe qué
tiene que hacer, pero forma parte de una estrategia de seguridad. El
cirujano que hace eso está seriamente comprometido con la seguridad del
enfermo", finalizó. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |