Dolor de mandíbula, náuseas, vómitos y unas arterias aparentemente sanas a la exploración. Estos son los extraños síntomas y signos de un infarto en algunas mujeres. Las diferencias no terminan ahí, las pacientes femeninas reciben además menos tratamiento que los hombres y mueren más por culpa de las enfermedades coronarias, según un trabajo publicado esta semana.
A pesar de que el dolor en el pecho sigue siendo el principal síntoma de un infarto,
algunos pacientes, principalmente mujeres, presentan otras molestias,
como dolor de mandíbula, náuseas o vómitos, que pueden llevar a engaño.
Esta es una de las conclusiones que salen a relucir en un estudio
publicado en la revista 'Heart' en el que tomaron parte más de 25.000 personas que habían sufrido un ataque al corazón.
El análisis de los datos de estos pacientes, del tipo de infarto,
sus síntomas, las terapias recibidas y su evolución en el tiempo
destapó otras brechas entre ambos sexos. Por ejemplo, al realizarles
una angiografía –una técnica de imagen para explorar los vasos del
corazón, que si están dañados pueden provocar el ataque-, los
investigadores se percataron de que las obstrucciones visibles de las arterias coronarias eran menos frecuentes en las mujeres.
La ausencia de alteraciones en los vasos del corazón detectables
mediante este tipo de técnicas es, en condiciones normales, una buena
noticia. Sin embargo, cuando una persona ha sufrido o está sufriendo un
infarto es algo sorprendente y paradójico. Esta situación, que con
frecuencia afecta a las féminas, se ha denominado síndrome coronario microvascular, y consiste en bloqueos que se producen en pequeñas arterias y no en las principales del corazón.
Fracaso del tratamiento y el seguimiento
Lo más llamativo de este trabajo, realizado por un equipo del Centro
Cardiovascular de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, se
refiere al manejo de los pacientes con infarto de miocardio.
Especialmente, en personas con un daño moderado de las coronarias.
Una de las intervenciones más comunes para 'desatascar' los vasos
del corazón –cuando estos están obstruidos por placas de ateroma- es
realizar una angioplastia. Según los hallazgos de este estudio,
coordinado por Kim Eagle, director del citado centro, las mujeres recibían esta terapia en un 7% de los casos frente al 17% de los varones. Otras medidas terapéuticas, como el bypass, se utilizaron por igual.
"Hemos hecho grandes progresos en el tratamiento de la enfermedad cardiaca en mujeres, pero estos datos demuestran que todavía queda mucho que hacer", ha declarado Kim Eagle.
Las diferencias no se limitaron a las intervenciones más agresivas,
como el cateterismo o el bypass, sino también a las farmacológicas. Los
beta-bloqueantes, las estatinas y los inhibidores de la ACE, tres
medicamentos esenciales para evitar futuros infartos, se recetaban menos a las mujeres que a los hombres.
Esta situación se vio reflejada en una mayor mortalidad y recurrencia
de estos episodios entre las pacientes femeninas al cabo de seis meses
del ingreso.
"Tenemos dos retos educativos a la vista basándonos en estos datos–
ha explicado Lisa Jackson, coautora del estudio-. Educar a las mujeres
para que puedan reconocer tanto los síntomas típicos como los atípicos
del infarto, y enseñar a los médicos que la enfermedad coronaria no
obstructiva sigue siendo una patología y como tal precisa tratamiento".
Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |