La Organización Mundial de la Salud (OMS), los
especialistas en nutrición y quienes optaron por llevar una vida sana
recibieron con beneplácito la noticia: investigadores de la Facultad de
Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP)
modificaron el tradicional procedimiento de preparación de las
hamburguesas y obtuvieron un producto con mayor capacidad nutricional y
menor contenido graso.
Apto para celíacos
El
logro -según informaron fuentes académicas a la agencia DyN-pertenece a
un grupo de profesionales del Centro de Investigación y Desarrollo en
Criotecnología de Alimentos (Cidca) platense, quienes tras dos años de
investigación “lograron un producto cárnico saludable, de bajo
contenido graso, con poca sal, más nutritivo pero de igual color y
sabor del que se adquiere en el circuito comercial. Además, se
reemplazaron las grasas saturadas por aceites insaturados como el de
pescado y el de girasol alto oleico, por lo que el producto puede ser
consumido por enfermos celíacos”, detallaron.
Bajar la ingesta de grasaDos
médicos tucumanos, Víctor Gallo, jefe del Servicio de Nutrición del
Hospital de Niños y miembro del Comité de Nutrición de la Sociedad
Argentina de Pediatría (SAP) y Raúl Valdez, nutricionista del Centro de
Salud y docente de la carrera de Nutrición en la Unsta, venían
siguiendo de cerca la investigación argentina. “Hace tiempo que este
equipo de científicos trabaja para modificar la preparación de
alimentos, siguiendo las recomendaciones de la OMS: limitar el consumo
de grasas”, expresó Valdez.
Ambos nutricionistas coincidieron en que
el producto argentino tiene un 10% menos de materia grasa que la
tradicional hamburguesa que contiene un 30%.
Para la nueva
hamburguesa -que pasó las pruebas técnicas y ya está en condiciones de
ser industrializada para su venta masiva-, los científicos utilizaron
carne magra. “Necesitábamos eliminar la grasa animal saturada, tan
nociva y, al mismo tiempo, mantener el gusto que aporta ese componente
tan atractivo para los niños. Para mantener el sabor tradicional de la
hamburguesa reemplazamos los lípidos vacunos por otros que no afectan
la salud”, explicó a DyN Alicia Califano, integrante del proyecto de
investigación “Ahora se podrá comer hamburguesas sin sentir culpa, y
los niños podrán disfrutar de su comida predilecta sin que afecte su
salud”, reflexionó Gallo.
En tanto Valdez calificó de positivas
todas las transformaciones en la formulación del producto. “Ahora es un
alimento saludable. -destacó- porque disminuye los riesgos
cardiovasculares y contiene más nutrientes”. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |