La reimplantación de dispositivos a distancias más cortas mejoró las puntuaciones motoras, señalan los investigadores.
Unos cuantos milímetros pueden marcar la diferencia para los
pacientes de Parkinson tratados con electrodos implantados
quirúrgicamente, según halla un nuevo estudio. La implantación
de electrodos para estimular el núcleo subtalámico, una parte del
cerebro potencialmente relacionada con la impulsividad, ayudó a
personas que tenían la enfermedad de Parkinson a reducir la ingesta de
medicamentos en hasta 65 por ciento y a aminorar el deterioro
característico motor en hasta 70 por ciento, de acuerdo con la
información de fondo del estudio publicado en la edición de mayo de Archives of Neurology. Pero
un estudio de siete pacientes de Parkinson que no respondieron bien al
procedimiento muestra que la cirugía adicional para corregir la
colocación de electrodos mejoró en gran medida la condición de los
pacientes así como su dependencia de los medicamentos. "La
causa principal de estos malos resultados surgen de la imprecisión en
la colocación de electrodos, lo que conduce a la no estimulación del
objetivo según lo dispuesto", escribieron los autores. "Puede ocurrir
una mala colocación de los electrodos por apenas unos pocos
milímetros". Todos menos uno de los pacientes que se
sometieron a la segunda cirugía mostraron mejoras más tarde. Cuando no
tomaban medicamentos sus puntuaciones motoras aumentaron en 26.7 por
ciento después de la primera cirugía y en 59.4 por ciento después de la
segunda. La dosis de levodopa, un medicamento para el Parkinson,
descendió en más de la mitad, al pasar de 1,202 miligramos a 534
miligramos. La distancia promedio entre los electrodos y el
punto objetivo de estimulación, que se determinó al evaluar la
colocación de los electrodos en los pacientes cuya cirugía fue exitosa
la primera vez, descendió de 5.4 a 2 milímetros. Mientras más corta era
la distancia, mayor era la mejora en las puntuaciones motoras de los
pacientes. Los pacientes se sometieron a la cirugía de
reimplantación a los 12 ó 23 meses meses después del procedimiento
original. Las puntuaciones motoras y las dosis de medicamentos se
evaluaron al año después del segundo procedimiento. "Aunque la
selección apropiada de pacientes es importante para obtener el
resultado quirúrgico deseado, la clave de una mejora notable tras la
estimulación del núcleo subtalámico es una técnica quirúrgica óptima
para la implantación precisa de los electrodos de estimulación en el
objetivo", escribieron los autores. Más información We Move tiene más información la enfermedad de Parkinson.
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