Los especialistas afirman que un diagnóstico precoz evitaría algunas de las anomalías físicas de los afectados, que son unos 500 en España.
Un diagnóstico precoz de las enfermedades del grupo de las
mucopolisacaridosis podría evitar algunas de las anomalías físicas
propias de estas patologías, gracias a la aplicación del tratamiento en
edades tempranas, según afirmó la neuropediatra del Servicio de
Neurología del Hospital Sant Joán de Déu (Barcelona), Dra. Mercedes
Pineda, con motivo del Día Internacional para la concienciación de las
mucopolisacaridosis que se celebra hoy 15 de mayo.
Según esta especialista, el problema es que de las siete variantes
que conforman este grupo de enfermedades raras de carácter genético,
caracterizadas por la ausencia de ciertas enzimas necesarias para el
procesamiento de moléculas conocidas como mucopolisacáridos, "tan sólo
tres disponen de un tratamiento en la actualidad", que además sólo
podrían evitar ciertas deformaciones físicas, pero que "no afectan a
los retrasos mentales y las deficiencias neurológicas propios de las
mismas".
Las mucopolisacaridosis afectan a unas 500 personas en España y su
incidencia neurodegenerativa se evidencia desde edad infantil. Entre
los trastornos asociados propios de estos pacientes se encuentran las
deformaciones óseas, el enanismo, el agrandamiento del hígado o el bazo
y el retraso mental.
La variante tipo 1 o enfermedad de Hurler y la tipo 2 o la
enfermedad de Hunter tienen "una cura parcial", ya que los tratamientos
"no llegan al cerebro y muy poco a los huesos", mientras que el tipo 6
o mal de Maroteaux-Lamy también cuenta con un tratamiento basado en una
enzima sintetizada que "favorece la calidad de vida de estos enfermos",
explicó el presidente de la Asociación Española de Mucopolisacaridosis,
Jordi Cruz.
Aunque a partir del primer mes de vida se pueden detectar ciertos
indicadores propios de esta enfermedad -menos en el caso del tipo 3 o
enfermedad de Sanfilippo, que no presenta síntomas hasta los 2 años-,
el desconocimiento de este grupo de enfermedades hace que hasta llegar
al diagnóstico "se pueda tardar entre 2 y 3 años, explicó Cruz.
Por lo general, cito que existe confusión entre los profesionales,
falta de centros de referencia en todas las comunidades autónomas y
retraso de las pruebas en la sanidad pública. Todo ello provoca que
estos pacientes "vayan deambulando de unos centros a otros hasta dar
con la enfermedad".
Poca esperanza de vida
La falta de un tratamiento en algunas de estas enfermedades
condiciona la esperanza de vida de estos pacientes, ya que el deterioro
físico y mental no les permite, por lo general, vivir más allá de la
pubertad. Según la Dra. Pineda, las mutaciones genéticas graves hacen
que los enfermos no pasen de los 20 o 25 años.
En aquellos casos en que sí se aplica un tratamiento a edades
tempranas, la esperanza de vida puede equipararse a las de una persona
sana, siempre que estén bien controladas "todas las deficiencias
físicas y mentales que puedan surgir", añadió el presidente de la
Asociación Española de Mucopolisacaridosis.
Por último, ambos expertos incidieron en la necesidad de ofrecer
apoyo psicológico tanto para los pacientes como sus familiares, ya que
"necesitan sentirse como personas normales y ver que pueden hacer una
vida lo más normal posible a pesar de las dificultades que sufren".
Perfil de los afectados
Pese a las diferencias de este grupo de enfermedades, existen
ciertas características que pueden conducir a la sospecha. El perfil
incluye rasgos faciales toscos (puente nasal plano, labios gruesos,
boca y lengua recrecidas), baja estatura con el tronco
desproporcionadamente corto (enanismo), displasia (tamaño y/o forma
anormales de los huesos), irregularidades esqueléticas, espesamiento de
la piel, órganos agrandados (hígado o bazo), crecimiento excesivo del
pelo en el cuerpo, y manos cortas en forma de garra.
Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |