El  17 de mayo de 1924 nacía el Dr. Hugo Heijo Sosa, que graduado el 14 de enero de 1955 dedicó su vida a la ginecología y obstetricia, ejerciendo en la ciudad de Las Piedras durante toda su vida. Falleció el 1º de agosto de 2002, a los 78 años.

Practicó la obstetricia, fundamentalmente, tanto en el Ministerio de Salud Pública como en la Cooperativa Médica Regional de Las Piedras, La Paz, Progreso y Sauce (CRAMI), de la que fue integrante y varias veces directivo. Se había formado en la actividad gremial y universitaria en estrecho contacto con el Dr. Mario C. Pareja Piñeyro (1906-1985)[1], que fue un auténtico líder gremial de alcance nacional, fundador de CRAMI y de FAMI (la Federación de Asociaciones Médicas del Interior), precursora de la FEMI (Federación Médica del Interior).

Fue electo por los egresados para representarlos en el Consejo de la Facultad de Medicina, en los tiempos difíciles, sorprendiéndolo en ese cargo la Intervención de la Universidad en octubre de 1973. Se retiró de la profesión en octubre de 1988. Su trayectoria permaneció siempre en el cumplimiento de sus deberes médicos, universitarios y gremiales, dejando de lado cualquier consideración política en el desempeño de sus funciones. Su rostro moreno, de semblante apacible, gruesos anteojos que ocultaban ojos llenos de bondad; espeso bigote negro, espalda encorvada por el peso del trabajo, de andar calmo y sereno. Hombre de honor, de pocas palabras, pero de firme carácter, sus opiniones mesuradas expresadas con voz calma y pausada, obligaban a la reflexión y a la adopción de decisiones justas.

Tuvo enorme cariño y dedicación hacia las pacientes más desvalidas, que lo recuerdan con mucho afecto, por haber traído al mundo a miles de niños de esa populosa zona del Departamento de Canelones, que hoy son hombres y mujeres que recuerdan esa relación especial que mantuvo con sus madres, que lo buscaban no atraídas por su belleza sino por su profunda calidad humana y seriedad profesional, que era la manifestación exterior de la calidad de su espíritu.

Dr. Antonio L. Turnes
16 de mayo de 2008