La salud de millones de personas y la seguridad del planeta están amenazadas por tres "grandes crisis globales", según ha afirmado la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, durante la inauguración de la Asamblea Mundial de este organismo. Los 'enemigos' de la humanidad son la crisis alimentaria, el cambio climático y una posible pandemia de gripe aviar.
"Las tres crisis globales planean en el horizonte. Las tres son
amenazas a la seguridad mundial", advirtió Chan en su discurso de la
Asamblea Mundial de la Salud, en la que participan los máximos
responsables de salud de los 193 países miembros de la OMS.
Chan ha recordado que 3,5 millones de personas mueren ya al año a causa de la malnutrición y
que en los hogares pobres se gasta entre un 50% y un 75% del ingreso
disponible en comida. "Más dinero gastado en alimentos significa menos
disponible para salud", subrayó.
Como segunda gran amenaza se refirió al cambio climático,
que, en sus palabras, de nuevo golpeará con más fuerza a los pobres.
"Más sequías, inundaciones y tormentas tropicales significan más
necesidad de ayuda humanitaria", señaló la directora de la OMS, quien
advirtió de que la comunidad internacional tendrá que hacer frente a
"un número creciente de "refugiados medioambientales".
"Los refugiados medioambientales se convertirán en una nueva oleada
de colonos, que se añadirán posiblemente a las tensiones
internacionales", dijo.
Sobre la gripe aviar señaló que "no debemos bajar la guardia" y que la comunidad internacional debe seguir los preparativos para afrontar una eventual pandemia,
pues "al igual que con el cambio climático, todos los países se verán
afectados, aunque de una forma más rápida y devastadora".
Chan advirtió que las tres grandes crisis globales afectan, además, negativamente, al cumplimiento de los Objetivos del Milenio de la ONU en lo que se refiere a la salud.
El papel del sector sanitario
Chan comenzó su intervención expresando sus condolencias y pesar por
las dos grandes tragedias naturales registradas en Birmania, con el ciclón Nargis, y en China, su país natal, sacudida por un devastador terremoto, y dijo que "desgraciadamente debemos prepararnos para más crisis humanitarias en el futuro cercano y medio".
La máxima responsable de la OMS manifestó que el sector sanitario
puede colaborar a hacer frente a las tres crisis, pero que sólo con la
gripe aviar puede diseñar directamente políticas de preparación y
respuesta.
Por ello, pidió a los países miembros que en esta Asamblea presenten "un frente unido" en lo que se refiere al proyecto de resolución sobre intercambio de los tejidos del mortal virus H5N1.
En los últimos años, Indonesia, el país con más víctimas humanas de
la gripe aviar, se negó a compartir las muestras si no obtenía
garantías de acceso a las posibles vacunas y otros beneficios.
Tiempo para el tabaco y el alcohol
Aunque pasó revista a algunos progresos realizados en la lucha
contra enfermedades como el Sida, la tuberculosis o la malaria, destacó
un capítulo en el que -dijo- no se ha avanzado en más de dos décadas de
esfuerzos, el de la mortalidad materna.
"Encuentro personalmente esta falta de progreso vergonzosa. ¿Es que la sociedad valora tan poco a las mujeres que sus vidas son simplemente olvidadas y malgastadas?", se preguntó.
Otros asuntos que abordará la Asamblea son el uso nocivo del alcohol
y el tabaco. Sobre este último, considera que "los impuestos al tabaco
es la más poderosa medida de control" y por ello "no es sorprendente
que la industria tabaquera se resista a ellos con fiereza". "Esa
industria describe desde hace tiempo a la OMS como su mayor enemiga. Y
estoy contenta, cada vez, de fortalecer esta reputación", manifestó.
El acceso a los medicamentos en los países pobres es otro punto que se abordará en la Asamblea, que concluye el día 24.
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