Unas 33 millones de personas en el mundo tienen el virus del Sida en su cuerpo Investigaciones científicas para combatirlo están estancadas y no todos acceden a antirretrovirales.
Cuando se cumplen hoy 25 años de la primera publicación científica que
describía el virus causante del SIDA, la búsqueda de una vacuna eficaz
sigue infructuosa, pese a los grandes esfuerzos de la comunidad
científica y los recursos destinados.
Casi mil millones de dólares se vuelcan anualmente en el mundo a la
investigación sobre el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH),
responsable hasta la fecha de unas 25 millones de muertes. La vacuna
más probada, y también la más prometedora, resultó ser un fiasco.
El Instituto Nacional Estadounidense de Alergias y Enfermedades
Infecciosas, que cofinanció un vasto ensayo clínico con el laboratorio
Merck, anunció en septiembre de 2007 su decisión de ponerle fin. El
análisis de datos intermedios mostró que esta vacuna en ningún caso
impedía la infección por el VIH, ni disminuía la carga viral.
Contrariamente a decenas de vacunas tradicionales probadas sin éxito
contra el VIH, que consistían en proporcionar inmunidad al organismo,
la de Merck buscaba estimular los linfocitos T, un componente clave del
sistema inmunitario.
Al participar en febrero en la apertura del último congreso de la
Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, el biólogo
estadounidense David Baltimore, ganador del Premio Nobel, destacó que
"la comunidad de investigadores está desesperada ya que no ve cómo
alcanzar el éxito a futuro".
La gran dificultad para poner a punto una vacuna capaz de enfrentar
el virus del Sida reside en sus características excepcionales en
comparación con otros virus, explicó el doctor Walker.
"El VIH tiene una enorme diversidad de secuencias genéticas, lo que
hace que tenga una gran capacidad de mutación y adaptación", precisó
Walker, quien explicó que "existen tres grupos diferentes de VIH, de
los cuales el primero, llamado M, se divide a su vez en nueve subtipos
distintos con un número indeterminado de variantes en circulación".
Un virus de un subtipo puede variar 20% hasta 38% en África, donde
se encuentran múltiples variantes, según señaló Walker. Además, este
virus puede sufrir más mutaciones en el proceso de infección de una
sola persona que en el curso de una epidemia mundial de gripe. Así se
explica la necesidad de producir una nueva vacuna todos los años.
Con unas 33 millones de personas infectadas en el mundo, desarrollar
una vacuna que proteja simultáneamente contra todas las variantes
evolutivas del patógeno es "un desafío considerable", indicó Walker.
"El campo de la investigación está manifiestamente en un punto
muerto", declaró por su parte el doctor Warner Greene, director del
Instituto Gladstone de Virología e Inmunología, durante un encuentro en
marzo para estimular la investigación tras el fracaso de la vacuna
experimental de Merck.
Robert Gallo, co-descubridor en 1983 del Sida junto con el francés
Luc Montagnier, precisó en un coloquio de expertos en el Instituto
Pasteur de París que la experimentación con monos, esencial para el
avance, está bastante limitada en Europa y Estados Unidos, por las
leyes de protección de animales.
Además de la investigación para dar con la vacuna, existen otros
problemas muy graves asociados a la enfermedad contra los que es
necesario seguir combatiendo, subrayaron los científicos en el Pasteur.
"Por cada paciente que ingresa en terapia, se infectan tres", apuntó
Anthony Fauci, que dirige un centro que dedica US$ 500 millones anuales
a la investigación del VIH.
Mientras el camino hacia el control de este flagelo mundial se
vislumbra muy largo, los expertos insisten en la importancia de avanzar
en el acceso universal a las medicinas y reforzar el trabajo
preventivo.
La cifra
25 Millones es la cifra mundial de muertos por SIDA a la fecha, y se
estima en 33 los millones de personas infectadas con el VIH.
NÚMEROS ROJOS DE LA EPIDEMIA
Según cálculos de ONUSIDA de noviembre de 2007, en el mundo hay 30,8
millones de adultos de 15 a 49 años infectadas con VIH, mientras que la
cifra a nivel de niños alcanza los 2,1 millones.
El año pasado, el Sida causó la muerte de 1,5 millones de personas
en el África Subsahariana; en África del Norte y Medio Oriente hubo 25
mil muertos.
Europa Oriental y Asia Central registraron ese año 55.000
fallecimientos por el virus; Asia Oriental, 32.000 muertes; y Asia
Suroriental, 270.000.
América del Norte agregó a la lista 21.000 fallecidos en 2007; el Caribe, 11.000 y América Latina, 58.000.
En Oceanía murieron 1.200 personas por causa del SIDA el año pasado.
En Uruguay hasta diciembre de 2007 habían 10.574 personas
diagnosticadas con VIH. La incidencia del virus por sexo indica un
64,6% para los varones y un 35,4% para las mujeres. La máxima
incidencia del virus se ubica en la franja etaria de 15 a 34 años. La
máxima incidencia del Sida se da entre los 20 y 44 años. La tasa de
mortalidad es de 4 personas cada 100.000 habitantes.
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