Es más preciso que las anteriores mediciones clínicas. En estos últimos años, una gran cantidad de
estudios científicos sobre enfermedad cardiovascular, obesidad y
diabetes demostró que la grasa concentrada en la panza es la más
peligrosa. Sin embargo, las formas más económicas y frecuentes de
conocer su relación con la masa muscular no siempre son tan precisas.
Así lo demostró un primer estudio de un equipo de investigadores de la
Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad de La Plata
(UNLP) sobre 30 mujeres universitarias, de entre 22 y 30 años, sin
sobrepeso u obesidad, que puso en práctica un nuevo test para medir la
grasa corporal a partir de la saliva que está comenzando a utilizarse
en el país.
Mientras los resultados del test no invasivo a partir de la saliva
indicó que tenían en promedio un 24,7% de grasa, las mediciones por
pliegues cutáneos o por bioimpedancia eléctrica (resistencia que la
grasa ofrece al paso de una corriente de baja intensidad) registraron
distintos porcentajes: 28,5 y 29,1, respectivamente.
Esto revela que la medición por pliegues cutáneos o por impedancia es
un 4% superior al valor obtenido por el nuevo método, llamado de
dilución isotópica con agua deuterada (con deuterio), considerado el
más preciso en la actualidad para determinar la cantidad de agua
corporal total y la masa corporal libre de grasa. Al restarle este
último valor al peso corporal, se obtiene la cantidad de grasa.
"Es perfectamente correcto seguir usando en el consultorio los métodos
tradicionales de medición antropométrica; incluso hay un acuerdo
generalizado sobre su uso; lo que ocurre es que sus resultados pueden
ser indirectos y poco precisos", explicó la doctora Anabel Pallaro, de
la cátedra de Nutrición de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la
UBA.
De primera elección
Este nuevo método es considerado "de primera elección" por los
organismos internacionales debido a su exactitud y a que carece de
toxicidad para toda la población. De hecho, comentó Pallaro, la FAO
determinó en 2001 la cantidad de energía que necesita una persona para
funcionar (no menos de 1500 calorías por día) con este método mejorado,
al agregarle oxígeno 18 al agua con deuterio.
Pallaro y el profesor Gabriel Tarducci, del Programa de Prevención del
Infarto en la República Argentina (Propia) de la UNLP, coordinan este
proyecto de validación de las técnicas de medición antropométrica más
usadas en nuestro país. Ahora, el equipo estudiará la composición
corporal de 400 alumnos primarios de una escuela anexa a la UNLP como
parte de un proyecto de Naciones Unidas en 13 países de América latina
y el Caribe.
"Esto nos permitirá no sólo conocer la cantidad exacta de masa grasa
sino también estudiar el patrón de actividad física en los chicos con
aparatos más complejos -explicó Tarducci-. Toda esta información nos
dará una idea clara de las necesidades alimentarias y físicas para
prevenir la obesidad y podremos desarrollar ecuaciones de predicción de
la grasa corporal válidas para los chicos argentinos."
El proyecto incluye la preparación de médicos y estudiantes avanzados
en el uso del nuevo método, a partir del 29 de este mes. Informes:
(011) 4964-8214 o
.