Desde la década de los 90, cuando se generalizó el uso de los tratamientos antirretrovirales, la incidencia del sida ha seguido una tendencia decreciente. Tal y como refleja el Registro Nacional de Casos de Sida, a 31 de diciembre de 2007, se ha experimentado un descenso del 78% respecto a 1996.
El sida es una consecuencia tardía de la infección por el virus de
la inmunodeficiencia humana (VIH). Por este motivo, tal y como aclara
Sanidad, cuando se habla de sida se hace alusión a personas con infección por VIH en fase avanzada.
Actualmente, no se conoce el número total de seropositivos ya que no
existe un registro nacional de españoles que portan el virus pero que
no han desarrollado la enfermedad.
En relación a 2006, el balance de 2007 de personas con sida
evidencia un descenso del 16,9%: un 16,3% entre los hombres y un 18,7%
entre las mujeres. Según estos datos, el pasado año se diagnosticaron
1.464 nuevos casos de esta enfermedad en España de los que el 78% recayó en hombres, con una media de edad en torno a los 40 años.
A pesar de estos resultados, España continúa siendo uno de los países con mayor incidencia de sida en Europa occidental.
Por ello, el Ministerio de Sanidad insiste en la importancia del
diagnóstico precoz de la infección por VIH junto a las medidas
preventivas.
En 2007, disminuyeron los diagnósticos asociados al uso compartido
de jeringuillas y a las relaciones sexuales. Sin embargo, Sanidad
recalca que esta tendencia refleja los patrones de transmisión del VIH
de hace tiempo, no los actuales.
Los casos de transmisión sexual constituyeron el 46% del total: un
30% tuvo su origen en relaciones heterosexuales y un 16%, en las
relaciones entre hombres. Por otro lado, el 43,7% de los diagnósticos
corresponde al grupo de usuarios de drogas por vía parenteral, lo que
supone una disminución del 15% respecto al año anterior. Dentro de esta
categoría predominan los hombres (82%).
Desde el inicio de la epidemia en España se han notificado un total de 75.733 casos de sida.
Incidencia en población inmigrante
A partir de 1997, los casos de sida en personas de origen extranjero
empezaron a aumentar como resultado de los patrones de inmigración.
Aunque 10 años después esos casos representan un 19,3% de los
diagnósticos de sida, el número absoluto se mantiene estable en los
últimos tres años.
En 2007, el 75% de las personas extranjeras diagnosticadas de sida en España procede de África y Latinoamérica. Las relaciones heterosexuales
constituyen la principal categoría de transmisión entre los
subsaharianos y se corresponde con el 74% de los casos diagnosticados
en 2007.
Entre los latinoamericanos, el mecanismo de
transmisión más frecuente también fueron las relaciones heterosexuales
(54,8%), seguidas por las relaciones homosexuales entre hombres, que
concentraron el 38,7% de los casos diagnosticados.
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