Un equipo dirigido por Jaume Alijotas-Reig, del Hospital del Valle de Hebrón, de Barcelona, está realizando el seguimiento de más de 200 pacientes que han tenido reacciones adversas tardías por implantes faciales cosméticos de polialquilimida. Otro estudio del mismo equipo descubrió también efectos indeseables en implantes de ácido hialurónico.
Los implantes dérmicos que se inyectan para
mejorar la apariencia facial y atenuar las líneas de expresión o bien
para tratar la lipodistrofia en la cara no son inocuos. A esta
conclusión ha llegado el equipo dirigido por Jaume Alijotas-Reig, en el
Hospital del Valle de Hebrón, de Barcelona, tras el seguimiento
realizado a más de 200 pacientes con diferentes tipos de implantes en
los últimos siete años. Este proyecto de investigación cuenta con el
apoyo de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (Semcc),
presidida por Víctor García.
En el último trabajo de este
equipo, que se publica en Archives of Dermatology, del grupo JAMA, los
investigadores han encontrado pruebas en 25 pacientes de que la
infiltración de polialquilimida está relacionada con complicaciones
tardías a partir de los doce meses. Las principales reacciones locales
que han encontrado son nódulos inflamatorios, conocidos como
granulomas, así como zonas induradas y angioedema. La totalidad de los
participantes mostró alteraciones analíticas y biopsias patológicas.
Lesiones a distancia
A
pesar de que la información que ofrecen los fabricantes de este tipo de
implantes es que la estructura de la polialquilimida no se modifica ni
se desplaza con el tiempo, se han encontrado casos de reacciones
negativas, como lesiones cutáneas, en puntos distantes a la inyección.
También se han descrito efectos sistémicos asociados como
complicaciones reumáticas, fiebre y sequedad en ojos y boca.
"Aunque
la fábrica dice que el producto no se desplaza, nosotros tenemos la
sospecha de que a veces migra", ha indicado Alijotas-Reig, que es
también codirector de la Unidad de Investigación Básica en
Envejecimiento de este hospital catalán.
La prevalencia exacta
de los efectos adversos se desconoce, ya que muchos médicos no informan
de ellos, además de que la cifra total de los implantes que se realizan
tampoco se sabe con precisión. No obstante, se estima que la frecuencia
ronda el uno por ciento. "Podemos decir que no son frecuentes, pero
tampoco raros", ha indicado a Diario Médico.
Ácido hialurónico
Un
estudio similar dirigido por Alijotas-Reig y publicado recientemente en
Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology concluye
que los implantes de ácido hialurónico están relacionados con la
aparición de lesiones cutáneas locales.
En este caso, no se
ha informado de casos de lesiones a distancia. Otro estudio de este
grupo, aún inédito, recoge los datos de los casos relacionados con los
implantes de poliacrilamida y los resultados preliminares apuntan en la
misma dirección que los dos anteriores.
Otra línea de trabajo
busca la causa del "efecto dominó" que ocurre en los poliimplantados
que desarrollan una respuesta anómala en implantes que no habían
causado reacciones. La hipótesis es que en esta vía está implicada la
inmunidad innata y no la adquirida.