“Esperaba más de un gobierno encabezado por una mujer”, Lo dice Florencia Luna, experta en bioética |
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La Nación (por Laura Di Marco)
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jueves, 22 de mayo de 2008 |
“En la Argentina, la mortalidad derivada de complicaciones en el embarazo, el parto y los abortos inseguros es cuatro veces mayor que en Chile, y no tiende a bajar. Las políticas hacia las mujeres, sobre todo hacia las más pobres, están paralizadas, lo que implica una clara postergación. Por lo mostrado hasta aquí, puedo decir que esperaba más del gobierno de una mujer”, dice Florencia Luna.
Nacida en Suiza, hija del historiador Félix Luna, esta doctora en
Filosofía, de 47 años, con un máster en la Universidad de Columbia y
varios galardones internacionales, es especialista en bioética, es
decir, en los temas morales que transitan por la delicada frontera
entre la vida y la muerte.
Entre esos temas están la clonación, la reproducción asistida
y el consentimiento de los pacientes que aceptan participar en
investigaciones científicas. Luna es investigadora del Conicet, docente
en la UBA y coordinadora del área de bioética de Flacso. Hasta 2005
dirigió la Asociación Internacional de Bioética. Además, ganó la beca
Guggenheim y el premio de la Fundación Konex en Etica en 2006.
"Nuestro país se había comprometido con las Naciones Unidas a
reducir la mortalidad materna, pero no está cumpliendo. Y la situación
es más abrumadora aún en provincias pobres, como Jujuy, donde la
mortalidad materna triplica la media nacional y donde muchas mujeres
siguen muriendo, en pleno siglo XXI, por causas totalmente evitables.
Mueren porque son pobres y no llegan a tiempo a los centros de salud
que podrían darles una atención adecuada", dice.
Junto con la filósofa norteamericana Arleen Salles, Luna acaba de publicar Bioética: nuevas reflexiones sobre debates clásicos
, editado por el Fondo de Cultura Económica. Como especialidad, la
bioética tiene apenas treinta años. Pero los problemas de la Argentina
son, lo sabemos, más antiguos. "Nuestro drama es que viene un nuevo
poder político y cambia todo lo que hacía el anterior. Y así no hay
desarrollo científico posible."
-El sentido común indica que las prioridades en bioética
en países como el nuestro, donde conviven el primer mundo con el
tercero, deberían ser distintas que en los centrales. ¿Qué agenda
sugiere para la Argentina?
-Antes que eso, lo que más me preocupa es que no exista una política de
Estado constante y coherente hacia la investigación científica y, como
efecto de esta falta, que la ciencia se haya ido privatizando, de algún
modo. Porque, hoy por hoy, son las compañías farmacéuticas las que
llevan adelante las investigaciones científicas, y, como es lógico,
para las empresas lo prioritario son los beneficios económicos. Sin
embargo, no debería ser ése el eje en un país.
-Pero el actual gobierno creó un Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica. ¿No cambia eso las cosas?
-Bueno,
si estamos creando un Ministerio de Ciencia, antes que nada es
importante que se fijen políticas públicas, prioridades en salud,
prioridades en la investigación, y que tengan continuidad. Porque hoy
lo que vemos en salud pública, por ejemplo, es que las políticas hacia
las mujeres que había comenzado el ministro Ginés González García están
paralizadas, a pesar de que tenemos un gobierno de mujeres.
-¿Sugiere que la ministra Graciela Ocaña no se está ocupando de las mujeres?
-Lo
que digo es que las cifras de la mortalidad materna en la Argentina son
preocupantes. Estamos muy atrás de Chile y Uruguay. Según cifras del
Ministerio de Salud, en 2005 y 2006 creció más de 19% la muerte de
mujeres a raíz de complicaciones derivadas de embarazos, partos o
abortos inseguros. La mortalidad materna es cuatro veces mayor que en
Chile. Ni que hablar de las provincias pobres, como Jujuy, que
triplican la media nacional. El aborto inseguro, realizado en villas
miseria, con agujas de tejer, es la primera causa de mortalidad materna
en nuestro país...
-Con una mujer en la presidencia, ¿por qué tardan tanto en llegar las soluciones?
-Ser
mujer no significa ocuparse de los derechos de las mujeres: eso está
claro. También me gustaría señalar que existe cierta hipocresía sobre
algunos temas.
-¿Qué nos trae de nuevo la bioética?
-La
visión del paciente. La bioética democratiza una relación paternalista
entre médicos y pacientes. Ayuda a pasar de un médico que "sabe" a un
médico que puede orientarme a elegir la mejor opción de tratamiento.
-Denos un ejemplo concreto de ética vinculada con la investigación científica.
-Sin
duda, el consentimiento informado de pacientes que, en los hospitales,
participan de proyectos de investigación sobre un medicamento nuevo.
-Pero ¿cómo saber que la gente que va a un hospital realmente está consintiendo que experimenten con ella?
-Esa
es la tarea de los comités de ética en los hospitales. Comenzaron a
funcionar en los años 90; antes no había. Una de las tareas de estos
comités esanalizar los protocolos de investigación de los productos
nuevos: cuando se ensaya una nueva droga para el cáncer, para la gripe,
una vacuna. Lo que hay que evaluar es el riesgo de las personas
involucradas. Que, en definitiva, sea un riesgo comparable con los
beneficios que se puedan obtener.
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