La infección eleva el riesgo de infarto.
Las infecciones de las encías (o enfermedad periodontal) no sólo constituyen una amenaza para la salud bucal. Sus efectos exceden el ámbito de la boca, ya que atentan contra el control de los niveles de glucosa en sangre de quienes tienen diabetes, e incluso aumentan el riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV) de las personas sin problemas cardiovasculares manifiestos.
"Distintos estudios muestran que las personas con enfermedad
periodontal tienen un riesgo de sufrir un infarto de miocardio entre 30
y 40% mayor que las personas con encías sanas", dijo a LA NACION el
doctor Sidney C. Smith, uno de los directores del comité científico del
XVI Congreso Mundial de Cardiología, que finalizó ayer en la ciudad de
Buenos Aires.
"El riesgo es aún mayor en lo que respecta al ACV, ya que quienes
tienen enfermedad periodontal presentan un riesgo dos veces mayor de
sufrirlo", dijo Smith, presidente electo de la Federación Mundial del
Corazón, y agregó: "También se ha demostrado que las personas con
diabetes que además tienen enfermedad periodontal tienen mayores
dificultades para controlar sus niveles de glucemia."
En esas personas, el tratamiento y la cura de las afecciones periodontales permiten lograr un mejor control de su glucemia.
En el caso del riesgo aumentado de infarto y de ACV que se asocia a las
afecciones periodontales, comentó Smith, todavía no se cuenta con
evidencias tan sólidas sobre los efectos de su tratamiento. "Sí se ha
observado que el control de las infecciones periodontales se traduce en
una mejoría de la disfunción endotelial", que es la lesión de las
arterias que subyace a las enfermedades cardiovasculares y
cerebrovasculares.
Ataque a distancia
"Se ha demostrado que la exposición crónica a bacterias periodontales
incrementa el riesgo de aterosclerosis o trombosis", escribió el
profesor Néstor López, profesor de periodoncia de la Universidad de
Chile, que disertó sobre el tema en el citado congreso, el evento
científico más concurrido de la historia argentina, del que
participaron 17.500 profesionales de la salud.
¿Cómo esas bacterias bucales inciden sobre el sistema vascular? "Existe
evidencia de que hay por lo menos cuatro caminos", apuntó López.
Esas bacterias inducen la agregación de las plaquetas, un proceso clave para la obstrucción arterial.
Producen sustancias proinflamatorias que actúan a distancia sobre los vasos sanguíneos.
Al mismo tiempo, gatillan mecanismos autoinmunes que lesionan el sistema vascular.
Finalmente, hay evidencias de que las mismas bacterias que atacan las encías pueden colonizar el interior de las arterias.
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