Un síndrome relaciona lesiones en el hígado y la función pulmonar |
|
|
|
estarbien.com
|
Friday, 30 de May de 2008 |
Un artículo del Clínic de Barcelona incide en la importancia del enfoque integral para abordar la enfermedad.
El pronóstico es grave, su curso lentamente
progresivo y, a pesar de tener origen en el hígado, la calidad de vida
de quien lo padece se ve mermada por los síntomas respiratorios. Así
define el Síndrome Hepatopulmonar (SHP) Roberto Rodríguez Roisín, del
Servicio de Neumología del Hospital Clínic de Barcelona/IDIBAPS, en un
artículo de revisión publicado la revista The New England Journal of
Medicine y firmado junto a Michael J. Krowka, de la Clínica Mayo de
Rochester (Minnesota), en el que también determinan los criterios
diagnósticos clínicos del síndrome, actualizan los mecanismos
biopatológicos y revisan el papel del trasplante hepático como única
opción terapéutica válida actual.
En el texto se define el
Síndrome Hepatopulmonar (SHP) como una patología muy frecuente en
pacientes con cirrosis y que produce problemas respiratorios como la
disnea, síntoma se suele manifestarse años después del inicio de la
enfermedad hepática y que constituye el principal motivo del
empeoramiento de la calidad de vida de los enfermos, la cianosis
cutánea (coloración azulada de la piel por falta de oxígeno) y la
acropaquia digital (engrosamiento de los dedos de las manos y los
pies).
Afecta a personas de todas las edades, aunque la edad
media se sitúa en los 50, independientemente del sexo, y numerosos
estudios han demostrado que puede ser reversible si la función del
hígado del enfermo es restituida en su totalidad, por lo que el
trasplante hepático se convierte en la mejor opción terapéutica para
tratar el síndrome.
El mecanismo por el que la enfermedad
hepática induce trastornos pulmonares es aún desconocido, pero existe
consenso en que uno de los principales criterios de diagnóstico del SHP
es la existencia de una enfermedad hepática crónica, lo que favorece la
alteración en el intercambio de gases característica de esta patología.
Por ello, el artículo también establece las pautas de consenso
terapéutico para el manejo de esta compleja enfermedad defendiendo el
enfoque integral pues éste contribuye a un mejor conocimiento de los
mecanismos de las enfermedades hepáticas y ayuda a establecer los
criterios necesarios para valorar el trasplante de hígado, única opción
terapéutica efectiva hasta el momento para el manejo de la enfermedad,
cuyo pronóstico es grave y su progresión lenta.
Los autores
también efectúan una descripción clínica del síndrome, que pasa por
tres componentes básicos: enfermedad hepática, incremento del gradiente
de oxígeno entre los alvéolos y los capilares, y vasodilatación
pulmonar. El resultado es una profunda alteración en la captación de
oxígeno por los pulmones debida a la dilatación anormal de los vasos
sanguíneos a este nivel, lo que supone un menor aporte de oxígeno en la
sangre.
De esta manera, la vasodilatación pulmonar constituye
el principal problema del SHP, según el informe, por lo que la
clasificación de la severidad basada en una oxigenación deficiente
resultaría vital para el manejo de este síndrome, ya que influye en la
supervivencia y es útil para determinar el tiempo y el riesgo de
trasplante hepático.
|