Qué consecuencias neurodegenerativas tienen los episodios psicóticos
que sufre un niño o un adolescente o cuál es la incidencia de suicidio
en el inicio de la patología mental infantil... Las respuestas a estos
interrogantes llegarán en dos años cuando finalicen los dos estudios
españoles que se van a poner en marcha en los próximos meses.
Tanto el primer trabajo, dirigido por Celso Arango y su equipo, de
la Unidad de Adolescentes del departamento de Psiquiatría del Hospital
Gregorio Marañón, como el segundo, de Enrique Baca García, del servicio
de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz (ambos centros en Madrid),
han recibido las Ayudas a Proyectos de Investigación que todos los
años, desde 2005, entrega la Fundación Alicia Koplowitz.
"El suicidio es un problema sanitario de primer orden y muy desconocido.
La mayoría de los fallecimientos en niños y adolescentes de los países
desarrollados se produce por este motivo y por accidentes. Este trabajo
pretende establecer qué relación tiene con la patología mental infantil
y su incidencia según los trastornos. Así podremos establecer
mecanismos de prevención", explica el doctor Baca.
Autismo e hiperactividad
Otros dos equipos médicos, ambos de Barcelona, también han sido
"becados" -cada proyecto está dotado con 75.000 euros- por la
Fundación. Así, el del doctor Jaime Campistol Plana, del Servicio de
Neurología del Hospital Sant Joan Déu estudiará "las enfermedades
metabólicas en pacientes dentro del Trastorno de Espectro Autista
(TEA)".
Por su parte Oscar Vilarroya Oliver, del departamento de Psiquiatría
y Medicina Legal del Hospital del Mar, dirigirá un trabajo que
analizará "los circuitos cerebrales de la ansiedad y la motivación,
la laxitud articular (alteración que se caracteriza la distensión de
las articulaciones) y la respuesta al metilfenidato (un
psicoestimulante) en el Trastorno por Déficit por de Atención con
Hiperactividad (TDAH) infantil.
Para conocer la incidencia de suicidio se analizarán "las historias
clínicas de 25.000 pacientes que han sido atendidos en centros de salud
mental de tres áreas de la comunidad de Madrid, las correspondientes a
la Fundación Jiménez Díaz, al hospital 12 de Octubre y al Ramón y
Cajal. Estamos aprovechando la documentación recopilada en otro estudio
previo que llevó a cabo la Comunidad", declara Enrique Baca.
Este especialista cuenta con "con un equipo numeroso para poder
llevar a cabo esta tarea. Esperamos tener los resultados en un año y
medio y publicarlos en dos", apostilla.
El trabajo de Celso Arango y su equipo parte de un estudio anterior
en el que participaron 110 niños de entre siete y 17 años que habían
sufrido episodios psicóticos y que fueron comparados con 100 menores
sanos. En esta investigación "observamos que los afectados tienen un
desarrollo neurológico anormal, un problema en el neurodesarrollo sobre
el que se superpone una disminución de la sustancia gris después de
experimentar los primeros síntomas psicóticos. Ahora, lo que queremos ver es si éstas anomalías se mantienen en el tiempo,
si la patología provoca degeneración y qué variables neurobiológicas y
de funcionamiento de asocian a la misma", aclara este psiquiatra.
Para ello "vamos a reevaluar a todos los participantes cuando se
cumplan cinco años desde su primer episodio psicótico. Se realizarán
varias pruebas como una resonancia magnética, además de una resonancia
por espectroscopia para evaluar la integridad de las neuronas
cerebrales", añade.
Este experto, que reconoce que la investigación cuenta "con una
muestra de participantes única en el mundo", cree que los hallazgos
podrían servir en un futuro de base para la búsqueda de nuevas dianas
terapéuticas encaminadas a reducir el exceso de degeneración cerebral
que aparece en menores con estas patologías.
Una ayuda para la salud mental infantil
Señala, también, que además de la financiación de estos estudios, la
Fundación otorga becas "para la formación de psiquiatras y psicólogos
en el campo de la salud mental infanto-juvenil en los mejores centros
el mundo. Estos especialistas se forman también en investigación y de
hecho algunos de ellos lideran y colaboran en estos proyectos".
En esta cuarta convocatoria de la Fundación Alicia Koplowitz se han
presentado hasta 50 solicitudes para las ayudas a investigación en
psiquiatría y otras tantas en el apartado de neurociencias. "No sólo
han sido muchas, sino que, además, en todos los casos los proyectos
eran de una gran calidad", asegura Margarita Lorenzo, coordinadora de
los Programas Médico Científicos de la institución.
"Este año se han presentado exactamente el doble de solicitudes que
el anterior, y aunque la convocatoria destina ayudas a tres proyectos
de investigación este año hemos decidido que las cuantías fueran un
poco menores para poder entregar una cuarta beca", insiste la
coordinadora.
Para Margarita Lorenzo, el hecho de que cada año aumenten las solicitudes da una idea "de que en nuestro país los psiquiatras no sólo asisten a los pacientes sino que además quieren investigar, algo que es fundamental para el desarrollo de la especialidad y para los enfermos".
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